1. La beata


    Fecha: 19/12/2017, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... de punta, y una mata de pelo negro rodeando su coño, mata que nada tenía que envidiar a la de su tía. -O me corro o me da algo. Fóllame, tío. Enriqueta no quería ver eso. -¡Ni se te ocurra, Alfonso! Alfonso se desnudó. -¡Serás desgraciado! Úrsula le puso una teta en los labios a su tía y le metió dos dedos en el coño... Buscó su punto G, y moviendo su mano de abajo arriba la masturbó. Enriqueta le chupó el pezón. Alfonso se agachó un poquito y se la clavó hasta el fondo a su sobrina, que dijo: -¡Ossssssstia! ¡¡Qué maravilla de cipote!! Úrsula folló a su tío con el culo y a su tía con los dedos... Luego, cuando el coño de Enriqueta rompiera aguas, sus dedos hacían este ruido: -¡¡¡Chof chof chof...!!! Enriqueta, chilló: -¡¡¡Me vieeeene!!! Úrsula movió el culo hacia atrás y hacia delante a toda ostia, y acabo diciendo: -¡Ya, ya, ya! ¡¡¡Yaaaaah!!! Se corrió descargando sobre la polla de su tío, que sintió como el coño le apretaba y le soltaba la polla durante aquella larga corrida. Al acabar, Enriqueta sonriendo, les preguntó: -¿Me soltáis? Le respondió Úrsula. -Si te follas a tu marido y después me folláis los dos a mí. -El pecado va a ser el mismo. Quítame las ataduras, maestra. ¿Dónde iría la Beata? Después de desatarla ...
    ... fueron a la habitación de matrimonio. Enriqueta tenía más ganas de coger con su sobrina que con su marido, por eso cuando, echadas en la cama, Úrsula la besó, le dijo: -¿Por qué no lo hacemos tú y yo y Alfonso mira? Alfonso estaba encantado. -Adelante. La Beata sabía cómo le iba a gustar a su sobrina. Después de comerla a besos, de que la comiera, de que se comieran las tetas y de que se masturbaran la una a la otra, metió la cabeza entre sus piernas y le hizo lo que su marido le hiciera con la lengua a ella. Al rato, Úrsula, exclamó: -¡Pedazo de corrida viene ahí! No fue un pedazo, fue un torrente de flujo el que salió de su coño peludo mientras se sacudía y gemía de placer. Enriqueta, cogiendo a su sobrina por las tetas, se hartó de beber. Al acabar de correrse Úrsula, Alfonso, empalmado como un burro, le dijo a su esposa: -Ven y móntame. Enriqueta, caliente como estaba, y con la novedad de verse encima de su marido, metió la polla en su coño, que estaba chorreando, movió media docena de veces el culo y se corrió como una loba, comiendo a besos a su marido mientras gemía y se convulsionaba. Alfonso se corrió dentro de su mujer. Úrsula sonreía. Lo mejor aún estaba por llegar. Se agradecen los comentarios buenos y malos. 
«123»