La seducción de mi esposa
Fecha: 17/12/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Primera Vez
Autor: Eroslifewoman, Fuente: CuentoRelatos
... mano Mónica acariciaba mi cabello, presionaba para que le chupara más fuerte y con la otra acariciaba el torso desnudo de Iván. Comenzó a mover la cadera con más ritmo e intensidad y eso hizo que también le chupara la polla igualmente. Después de unos minutos así, Iván le volvió a sacar el miembro de la boca y la ayudó para que se incorporara sobre el asiento colocándola a cuatro patas y de cara a mi polla que ya pedía ser de nuevo chupada. Y yo pensé, se la va a follar. Ella automáticamente me la cogió y se la metió en la boca, mientras escuché un gemido más fuerte aún, que hizo que mi esposa abriese los ojos y la boca dejando mi polla por un momento. -OOOoohhgg¡¡¡ Ella giró el cuello para ver a su follador, pero era tal el placer que le estaba produciendo que no pudo evitarlo y comenzó a gemir rápida y sonoramente. -OOOOOooohgg¡¡… OOOoogghh¡¡¡… -OOOOhhhgg¡¡… UUUUuuuugh¡¡… UUUhhg Se volvió de nuevo hacía mí y metiéndose mi polla en la boca para continuar con la mamada. Iván la tenía cogida por las caderas moviéndola de adelante hacia atrás y follándola con fuerza. Con tal fuerza que me llamaba la atención como se movían sus tetas. La verdad es que se la estaba follando bien. Ella gemía a cada arremetida de él. Creo que ella deseaba eso desde que lo vio la primera vez. -OOOOoogggh… OOOoooogh¡¡¡… UUUUUughh… UUuummm¡ Lento, rápido, otra vez lento, pero se la clavaba siempre hasta el fondo. Yo notaba los movimientos hasta en la polla y escuchaba sus gemidos, que de seguro serían ...
... más frenéticos de no ser porque tenía toda mi miembro en su boca. Mi esposa sudaba, sudábamos los tres. A pesar de estar la puerta abierta, los cristales del coche estaban totalmente empañados por el calor. Mónica gozaba, gemía y se estremecía, estaba totalmente desinhibida por el efecto del alcohol, la excitación y el mandoble que la estaba perforando hasta las entrañas. Estaba siendo follada por otro tío y se estaba volviendo loca. Eso le causaba una sensación extraña contra la que no podía luchar, solo gozar. Iván me miró y me sonrió, para después continuar clavándole la polla en el coño a lo perro, luego se inclinó totalmente sobre ella buscando con su boca la boca de mi esposa. Ella dejó de chupármela para incorporarse un poco con los brazos y, girando el cuello, sacaba la lengua buscando la de él. Se besaban con besos sucios y lascivos. Le miraba como si no se creyese que él que se la estaba follando y dándole tanto placer no era su esposo. Y aun así, no podía negarse a recibir su polla. Ella movía su cadera hacia atrás con fuerza para sentir todavía más adentro ese trozo de carne. Por un momento parecía que yo no estuviese allí. Iván la cogía bruscamente, pero a ella no le importaba. Besaba y recorría con su lengua su cuello y espalda. Yo me incorporé de nuevo y me acerqué a ellos. Mi esposa me miró y se acercó, lo que pudo, para besarme aunque de vez en cuando intentaba besarlo a él. Iván comenzó a gemir. Mi esposa gemía también con él, mientras a mí me masturbaba de ...