MI VECINO
Fecha: 17/12/2017,
Categorías:
Anal
Gays
Primera Vez
Autor: jmbig, Fuente: xHamster
MI VECINOAhora sé que se llama Luis Ramón, aunque lo llamo solamente por su segundo nombre.Solía encontrarlo sentado en el rellano del edificio al otro lado de la avenida, con una botella de cerveza y un cigarro. a la sombra de los árboles. Todo daba a pensar que vivía en la vecindad, lo cual resultó cierto.Su aspecto era interesante, se lo veía fibrado. No era un dios griego, pero sin duda alguna un encuentro sexual con él podía resultar muy bueno, pensaba yo. Algunas veces al atardecer se lo veía rondar por el edificio con el torso desnudo. Podía ser por el calor…o que estuviera buscando algo.No lo supe hasta que ocurrió lo que voy a relatar.Ahora me resulta evidente que observaba mis movimientos, horarios y costumbres buscando la manera de entablar contacto.Bajaba yo una tarde rumbo a mi automóvil para acudir a mis actividades cuándo Ramón –que estaba sentado en la ochava del edificio de enfrente con un cigarro en la mano-, se incorpora de repente, me llama por mi nombre y me pide fuego. Inmediatamente me di cuenta de que eso no era para nada casual. Ramón había calculado las condiciones para encararme. Pacientemente deposité mi mochila en la vereda y busqué el encendedor en mis bolsillos. Mientras encendía su cigarro le pregunté “-Qué buscas?” y su respuesta fue inmediata “-Estar con otro por primera vez.” “-OK, esperame en este mismo lugar a las 21” le dije, cargué mi mochila y me fui…pensando en lo que podría resultar de aquel encuentro.La última reunión a la que yo ...
... asistía se estaba tornando tediosa y el tiempo pasaba, así que inventé una excusa razonable para retirarme unos veinte minutos antes del horario acordado para el encuentro con Ramón. Guardé el vehículo en la cochera y tomé el camino a casa a pie. A la hora convenida y en el lugar acordado estaba Ramón esperándome.Apenas aminoré el paso para decirle que me siguiera. Lo sentí caminar a mis espaldas, subimos las escaleras, abrí la puerta, lo invité a pasar, puse llave a la puerta, apagué las luces, lo abracé por la cintura, lo atraje hacia mi y le planté un beso en la boca.Fue como encender un volcán. No sólo no rechazó el beso, sino que se pegó más fuerte aún contra mi cuerpo. Su boca y sus manos estaban ansiosas de contacto, de tocar, de lamer…Imposible precisar cuánto tiempo estuvimos besándonos, tocándonos, quitándonos poco a poco la ropa hasta tener nuestros torsos en contacto…y pudiendo yo acariciar sus nalgas duras y turgentes primero sobre su jean y luego piel a piel. Mucho menos cuánto tiempo pasó hasta que deslicé mi lengua por sus labios para abrir su boca y metérsela toda adentro y trenzarla con la suya, ávida de nuevas sensaciones. Estábamos a mil.A pesar de que nos revolcamos por el piso, nos besamos y tocamos todo en una silla, no era una situación cómoda, así que lo invité a ir a la cama para continuar nuestra faena. En el camino hacia el dormitorio tuve la buena idea de llevar una botella de vino…y una sola copa.Terminamos de desnudarnos y pudimos vernos tal cual ...