1. Visitas a mi vecino (El mirón)


    Fecha: 17/12/2017, Categorías: Gays Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... colaron dentro. Sin darse cuenta, mirando lo que mas les interesaba a cada uno, empezaron a separarse; y, aunque, Diego no le quitaba el ojo a Chencho, a Loren ya lo habían perdido. - ¡joder!, pensó ¿donde coño se habrá metido este?... Volvió a mirar en dirección a Chencho; y lo vio mirando un libro de fotografía, que aparentemente le tenía bastante entretenido. Ese culo (el de Chencho), llamaba a atención. - Como se está poniendo el cabrón, pensaba… Y de repente, se percato, de que un señor bastante corpulento, que estaba junto a Chencho, empezaba a tocárselo mientras se acercaba cada vez más a él. Chencho le miró sobresaltado. Pero no le debió disgustar mucho, porque siguió mirando el libro, como si la cosa no fuera con él; y, ¡claro! la cosa fue a más. Por un momento, le pareció que el señor le decía algo al oído. Y así debió ser, porque se fueron juntos hacia las escaleras eléctricas. Y desaparecieron. - Pero ¿que hace este tío?, ¿a donde va?, pensó Y aunque procuró darse prisa. Ya los había perdido. Mosqueado del todo por la repentina situación.Le puso un wassap a Chencho - ¿Donde vas, tío? ¡Joder, como te pierdes! - Me he ligado a una pareja de tiarrones que me encantan; y me voy a follar con ellos. Ya te llamo luego ¿vale? - Vale. - ¡Buah!, ¡menudo plan!, pensó... espero que se lo pase bien, el niñato este. Empezó a ponerse nervioso; y decidió llamar a Loren… Pero Loren no cogía el móvil. - ¡Donde andará, el cabrón este! ¡coño!, ni llama, ni avisa, ni nada de nada ...
    ... ¡Joder!... Muy cabreado, por el abandono de sus amigos, decidió volver a casa… y según llegaba, vio como entraban en el portal D. Tomas y su ayudante (Gustavo). Se escondió… pero luego, cuando subía a casa, se bajó en el octavo; y puso la oreja... Miró el reloj, y ya eran las 14:3o… Pero el abuelo no estaba en casa. ¡Que raro!, pensó… Aunque, en ese momento, apareció. - ¡Hola, hijo! ¿no ibas a comer hoy por ahí? - Si, pero me he despistado y me he venido a casa. ¿Tienes comida? - ¡Claro, hijo!, te hago cualquier cosa en seguida... ¿te apetecen unos huevos rotos con pimientos fritos? - ¡Venga, “abu”! Que hoy tengo hambre y me van a saber a Gloria. - ¿Donde estabas? ¿si se puede saber?, preguntó Diego - En casa de D. Carlos. He bajado a ayudarle con algunas cosillas. Hoy tiene invitados a comer... ¡por cierto!, he quedado en pasarme a tomar café. - Pero “abu”, tu sabes que no aguantas. Siempre te quedas dormido. - Ya le he dicho a D. Carlos que solo sería un ratito. Luego me subo y me echo como siempre. - Y, ¿tu? ¿vas salir esta tarde?, o ¿te quedas en casa? - No lo sé, “abu”. Ahora estoy cansado y no quiero pensar en nada. ¡Avisame cuando esté la comida!, ¿vale? - ¡Vale, hijo!, yo te aviso... Y subió a su cuarto. Cogió el móvil y se tumbó en la cama - ¿Pedro?, ¿que tal? ¿te pillo bien? - ¡Hola, Dieguito! Me alegro de que me hayas llamado, niño. Me acuerdo de ti casi a diario y hasta sueño contigo. ¿Que te parece? - ¡Oye! No te enamores de mi ¡eh!... - Pero, ¡es que me gustas ...
«1234...7»