Noche en Cartagena - Relatos Eróticos

Noche en Cartagena

Ese tercer dia de vacaciones en Cartagena sera siempre para mi inolvidable ! Me encontraba en la playa de Bocagrande, en la parte mas lejana del centro, mirando la puesta del sol. Muy pronto, con la oscuridad de la noche, la playa se vacio, y me quedé el unico banista. A los lejos, alguien se acercaba, en la soledad del lugar. Vi que era un joven moreno de aproximadamente 16 o 17 anos. Un cuerpo marcado, piernas y brazos fuertes. Llevaba solo unas bermudas pegadas a su cuerpo, y que dejaban ver un bulto impresionante. El negrito se acerco a hablar, me conto que acababa de trabajar, y que como cada noche daba una vuelta para distraerse. Se sento a mi lado. Podia ver, a pocos centimetros de mi, esa protuberancia descomunal en sus bermudas. No podia esconder que aquel muchacho me atraia, y el seguramentese se daba cuenta de mis repetidas miradas dirigidas a su bulto. El joven me hizo preguntas. Queria saber si estaba de paseo, que actividad profesional desarrollaba, donde se encontraba mi esposa. A esa ultima preguta contesté solo con una carcajada, y enseguida pregunté a mi turno si el tenia novia. Se lamento que desde unas semanas se habia separado de su ultima conquista, y que padecia mucho desde entonces de una abstinencia sexual forzada. 

Y como en broma le dije : "Y porque no te alivias solo ?", el negrito se puso a reir y me contesto : "Lo que pasa es que me gusta mas cuando es una mano ajena..." Miré su entrepierna y noté como su pene habia crecido casi de golpe... ...

... La ereccion era notable, lo que hacia suponer un tamano excepcional. El joven me excitaba y no pude aguantar. Puse mi mano sobre una de sus bellas piernas. Mi gesto activo el suyo : el morenito comenzo a apretar suavemente mis pezones, lo que me puso a mil. Su boca estaba cerca de la mia y mis labios se acercaron a los suyos. Comenzamos un rico y mordiente beso. Su lengua cacheaba cada rincon de mi boca. Podia notar su tremenda ereccion debajo de su short. Meti la mano por debajo de la tela y pude sentir esa rica vergota erecta y caliente. Qué machote ! El morenito bajo sus bermudas ofreciendome su esplendido organo viril. Me agaché y comenzé a pasar mi lengua por todo el largo, a juguetear con su gran cabezota, con sus enormes bollas negras y veludas, mientras el gemia y me decia que continue, que lo hacia muy bien. El joven me estaba enloqueciendo. Bajé mi traje de bano y le ofreci mi cola. El lo acaricio y comenzo a tocarme con un dedo mi agujerito. Luego con un segundo dedo empezo a dilatarmelo. Me encantaba lo que estaba sintiendo. Me dolia un poco, pero algo mas fuerte que yo me impedia pedirle de parar...

El negrito lo disfrutaba mucho tambien, y me propuso ir mas bien al final de la playa. Quizas aqui algien podria acercarse y descubrirnos. Al contrario, en el rompeolas mas alla, con la oscuridad de la noche, nadie podria vernos y molestarnos. Salimos en los enormes penascos que entraban en el mar. Escogimos un lugar suficientemente plano para poder extendernos. Sin ...