1. MASTURBÁNDOTE EN PLENA CLASE


    Fecha: 13/12/2017, Categorías: Lesbianas Autor: isabela, Fuente: RelatosEróticos

    ... llevar su mano hacia abajo sintiendo su cálido abdomen, volviendo a sentir sus pelitos vaginales y pasando por encima de ellos con la palma de su mano abierta, deslizo completamente su mano hasta meterla entre sus piernas, agarro su vagina, restregó un par de veces todos sus dedos juntos, se empapo de sus flujos, luego saco un poco la mano para rozar y acomodar sus pelitos alrededor de sus labios vaginales, lo hacía sólo con los dedos, mientras mantenía su otra mano en uno de sus pechos, apretando su pezón y jalando todo su pecho. Aquel roce solo de sus dedos en su vagina era fascinante, era como una masturbación ligera para preparar su zona íntima para lo que iba a venir, y su otra mano se movía entre sus senos intercalando entre uno y otro para disfrutar de manoseárselos. A momentos acariciaba con cierta intensidad en medio de su vagina con esos sus dedos, pero rápidamente volvía a un ligero roce relajando su excitación, sus piernas se movían pero sin cerrarse en medio. Se tomó un respiro suspirando fuertemente, y soltando sus senos, con esa mano fue a tomar la tableta de su velador, mantenía la otra mano rozando levemente sus dedos encima de su vagina. Y con la mano con la que sostenía su tableta se puso a activar la pantalla deslizando el dedo pulgar encima para poder visualizar el relato. Cuando ya lo tenía preparado empezó la lectura en voz alta, con esa su voz tan tierna juvenil y ahora excitada. Comenzó en: “Esa mañana, ella salía de casa; con el pelo sujetado en ...
    ... una cola de caballo, su blusa escotada…etc., etc., etc.,(1)a medida que avanzaba en la lectura continuaba tocándose su vagina. Al principio sus dedos seguían rozando levemente sus pelitos, pero a medida que avanzaba en la lectura de ese relato, sus dedos se metían en medio de sus labios vaginales y llegaban hasta abajo, donde su vagina ya estaba completamente húmeda. Sus dedos se impregnaban de esa su humedad tan exquisita, especialmente el dedo del medio que era con el que más se rozaba. Frotaba profundamente, intensamente, había momentos en el que su voz se entrecortaba y volvía a escucharse más excitada retomando la lectura de aquel relato desde donde había quedado. Sus roces se volvían más intensos, su dedo del medio hacia círculos en medio de su vagina, y cuando ese dedo llegaba a lo más alto de su vagina, casi saliendo por encima de su clítoris, parecía que sacaba y echaba encima sus flujos vaginales. En ningún momento paro de tocar su vagina, la lectura continuaba y su excitación era por demás evidente en su voz, sus piernas casi ya habían cedido ante la excitación y de lo elevadas que estaban sus rodillas ahora sus piernas descansaban sobre la cama y su vagina sobresalía más voluminosa junto a su mano. Había momentos tan intensos, que sus dedos se concentraban en frotar aceleradamente sólo en donde estaba su entrada vaginal, pero aún no se animaba a metérselos, sólo frotaba y frotaba esa su húmeda entrada vaginal, luego volvía a concentrarse en la lectura relajando sus ...
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