Esclava Rockera - Relatos Eróticos

Esclava Rockera

... encuentran mato a tu papa también

Mar si bien sentía miedo, lo que más sentía era asco. El tipo bajo su mano, hasta la entre pierna, le sintió la vagina. Se sorprendió al ver que estaba caliente, Mar también se había excitado
-que putita que terminaste siendo- Le dijo al oído, mientras la acariciaba. 

Mar, además de asco ahora sentía mucha vergüenza.

El murmullo fue bajando, las luces se apagaron, y las llamadas terminaron. La fiesta había terminado, y todos se había ido. Martin y el padre de Mar la estarían buscando ya fuera del teatro. Mar perdió toda esperanza de ser encontrada, ahora si, se estaba preocupando, ya no era enojo, y asco, era preocupación, era no saber que le pasaría, ni quien era el tipo que la estaba manoseando. 

Este le soltó la boca y cuando Mar se dio vuelta, no le pudo verle la cara, solo que era mucho mas grande que ella.  Su enorme mano, era un puño y fue tan fuerte contra el estómago de Mar que la dejo sin aire, y cayo arrodillada al suelo sin poder respirar. El tipo la empujo con su pie, que también era grande, y llevaba puesto un botín de trabajo. Mar cayo de costado, y el hombre no perdió tiempo, apoyo la suela de su zapato sobre la cabeza de Mar, que comenzaba a llorar y toser.

-Quiero ver a mi hijo, me tengo que ir con mi hijo, no lo puedo dejar solo – Repetía Mar, como un mantra, casi negando lo que estaba pasando. 

-Quedate tranquila, que de quien te tenes que preocupar es de lo que te va a pasar a vos- Dijo el tipo. ...

... 

Mar sintió algo que pincho su nalga derecha, cuando quiso mirar el tipo la tomo del hombro y la acomodo boca arriba, se arrodillo poniendo una rodilla a cada lado del cuerpo de Mar, con la mano izquierda le tapo la boca, y con la derecha le apretaba las tetas, se las apretó muy fuerte, tanto que Mar se retorcía de dolor, e intentaba pelear, pero no podía hacer nada, el tipo era mucho mas fuerte que ella. Además, sentía que sus fuerzas desaparecían de a poco, lo último que sentía era como sus pechos eran presionados como si fueran de plastilina, y luego la oscuridad. Mar perdió el conocimiento. 

El hombre levanto el cuerpo de la joven, uso cinta adhesiva para atar sus manos en su espalda, luego encinto sus tobillos y sus rodillas, y por ultimo la amordazo. El plateado de la cinta adhesiva hacia juego con los piercings de la nariz y el de la ceja. Apretó tanto la mordaza que las mejillas se deformaron y se inflaban por encima y debajo de la cinta. Luego, metió a Mar en una bolsa y una caja. 

Mar, abrió los ojos, tenía una sensación rara, no podía sentir sus manos, cuando quiso mover sus piernas también le fue difícil y no pudo. Tenía la vista nublada y pocas fuerzas, quiso hablar, pero tenía algo en la boca que no la dejaba mover los labios, además había algo encima de su lengua. Y entonces notó, que estaba de pie, con las manos atada al techo y como no le llegaba sangre no las sentía. Si bien podía apoyar los pies, casi estaba colgada. El lugar era una cocina de un bar, ...