Jugando con la amistad - Relatos Eróticos

Jugando con la amistad

... sensación de que ella también se lo había planteado alguna vez si no conmigo con una mujer cualquiera.., pero que por alguna razón se asustó de si misma, de lo que estaba pensando y se echó para atrás, proclamándose en respuesta como la reina de los corazones y la más hembra en la faz de la tierra, como si las demás no lo fuéramos, gritando a los cuatro vientos y si hubiera más a más, que le gustaban tal y cual tío, que estaba muy bueno.. cosa que en los 15 años de amistad que tenemos no había hecho nunca, me pareció como mínimo sorprendente, pero por otro lado deprimente, me quedé con ganas de decirle: - mira no hace falta que hagas o digas estas cosas, ya se que nunca arriesgarías tu corazón a una carta y menos si la tengo yo, pero por lo menos se sincera contigo misma y no te engañes, al final la que pierde eres tú y sólo tú.- Vista la reacción en cadena nuclear que parece que provoqué, decidí hacerme la sueca lo mejor que pude.. e hice como si las cosas fueran como siempre, y al final seguimos con la amistad como "casi" siempre, aunque en el fondo las dos sabemos que algo ha cambiado, yo he notado en su ...

... actitud una leve frialdad que ella nunca había manifestado, pero que hacer ante esto, yo le he dado una tregua y ya no nos vemos tanto como antes, no la llamo mucho, aunque a ves me muero de ganas de hacerlo, cosa que me produce una rabia por dentro, porque no se si estoy haciendo bien, si es por el poco orgullo que le queda a una persona enamorada, si lo hago por ella para no agobiarla, y que sigamos con nuestras vidas lo mejor que podamos cada una por su camino, y rabia interior también porque en el fondo de mi alma intuyo que podía haber habido algo diferente y bonito, pero es que en su corazón siempre ha mandado su cabeza, lo sé. No lo sé, me gustaría que alguien de ustedes me dijeran algo, si han tenido experiencias semejantes o alguna solución, si es que la hay.. no me juzguen muy duro es la primera vez que me mojo en todos los sentidos escribiendo estas líneas, ya me dirán. Como despedida, me gustaría que todas mis palabras se las llevase el viento y rozase su rostro con ellas y le susurrasen al oído lo que la quiero, ya que no creo que lea esto que he escrito y se reconozca a si misma en mis letras.