Don Alfredo 7 final - Relatos Eróticos

Don Alfredo 7 final

... baño me senté en el bidet para sacarme los restos de Don Alfredo de la cola, mientras él se la lavaba en el vanitory. Cuando la sacó no le di tiempo a que se la hace que con la toalla, la tomé así flácida cómo estaba y me la puse en la boca, la apretaba con mi lengua contra el paladar, y Don Alfredo me tomo con sus manos de mi cabeza me empujó hasta su pelvis y me la sacó de golpe, vámonos, por favor!!! Mi imploró. Se levantó el cierre y la terminamos de vestirnos para irnos. A salir del edificio volvió a ser el tío macanudo. El taxi la estación en micro. Nos sentamos juntos y comenzó el viaje rumbo a mar del plata. Ya era de noche y se habían apagado las luces del micro, me recosté contra mi gran macho, El paso un brazo por encima mío hasta llegar a mi cola. Metía su mano por debajo de mi pantalón yo acariciaba mis glúteos directamente. Estaban las luces apagadas y prácticamente nadie podía advertir lo que estábamos haciendo. Don Alfredo bajaba su cara y me hacía subir la mía y los dados pequeños picos. Yo metía mi mano derecha por dentro de su pantalón y lo masturbaba suavemente. Despacito fui bajando mí cabeza hasta que llegue a su bragueta, cómo pude desabroché su pantalón y busque su semejante poronga. Los dos mira vamos que no haya testigos. Y me aboqué a chuparle la poronga, Don Alfredo me puso un pullover encima de la cabeza como para tapar lo que yo estaba haciendo, cuando acrecentaba su calentura, su pija se le ponía cada vez más dura y me metía lo más que podía su ...

... dedo mayor en mi cola. Chupaba todo lo que podía hasta que en un momento sentí que me clavaba el dedo con mayor fuerza y eso era un presagio de una inminente acabada. Mi boca se llenaba de licor que emanaba esa poronga. Succione y succione hasta dejarlo completamente seco. Tragué toda su leche. Don Alfredo se relajo pero yo seguía caliente, me levanté de la posición en la que estaba y me dirigí con mi boca has oído y le dije no aguantó más la calentura, necesitaba sacar la leche que me estaba explotando en mis huevos. Cálmate que tenemos dos semanas para matarnos, Don Alfredo me abrazó y me apretó contra sí. Él se quedó dormido y yo traté de relajarme lo más que pude. Llegamos a mar del plata, tomamos un taxi y nos fuimos a una casa hermosa que quedaba a sólo una cuadra de la playa. Ir a la madrugada, casi todavía no había salido el sol. Entramos a la casa, dejamos nuestro equipaje y nos fuimos directamente a la habitación. Don Alfredo tenía señales de mucho cansancio. Yo también tenía un poco de sueño. Vamos a dormir un rato bebé ,me propuso. Nos pusimos los dos completamente desnudos y nos acostamos. Nos quedamos dormidos. Sería el mediodía, cuando una voz femenina medio ronca, nos despierta. Hola chicos!! Saluda la señora. Era Rosa la única hermana de Don Alfredo.estábamos los dos acostados, el boca arriba y yo de costado abrazándolo con mi boca en su pecho, y una de mis mulos encima de su poronga. Tenías razón Alfredo, qué preciosura de pibe te estás comiendo !!! Mira lo ...