TRES PENES INOLVIDABLES (Tercera parte)
Fecha: 29/09/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Hernando, Fuente: computo.ru
... cintura, y el dolor dejó paso a una sensación de placer que yo ya conocía de sobra, aunque nunca tan ensanchado. Tratando de caminar y sosteniéndose por mis piernas flexionadas, fue lentamente hacia el baño. Con cada paso que daba, yo sentía cómo vibraba su polla en mi interior. Gemí con cada paso que dió hasta que, entrando al baño, se acercó a un grande espejo en la pared.
- "Para, para, por favor !", gemí.
No dí credito a lo que veía. En el espejo me ví sostenido por las nalgas desde atrás por un cuerpo blanco y fuerte, abierto de piernas, y con mi pija en lo más alto que podía estar. Pero no parecía que tuviera una polla en la cola... parecía en verdad todo un brazo !
El grosor de ese pene gigante había desaparecido practicamente por completo entre mis nalgas, sólo se veía un pedazo de su tronco que permitía calcular el excepcional tamaño de esa herramienta de macho. Mi cuerpo trigueño era como una pequeña enredadera agarrada en un tronco blanco enorme. Al parecer, esa visión calentó mucho a Hans. No puedo explicar lo que fue sentir el bombeo de semejante caballo dentro de mi humilde cola. Era terrorífico, pero a la vez sublime. Hans bufaba, me decía lo hermoso que era, me apretaba las caderas, hasta llegó a tomarme de los cabellos, cosa que me re calentó más. Grité de dolor pero lo rogué que siguiera. Se lo supliqué... Y él siguió ! Me llevó otra vez a la cama. Sus embestidas eran como un pistón. Yo estaba abierto de piernas y gracias a mi elasticidad subí a la ...
... orilla de la cama quedando totalmente abierto. Hans separaba mis nalgas y me taladraba.
- "Ya... estoy llegando, mi amorcito... Te voy a acabar todo !"
- "La quiero en la cara y en el pecho !", lloré.
Se estaba descontrolando, y al cabo de unos eternos minutos más, lo sentí temblar completamente. Su cuerpo se estremecía con el mío, y cuando menos me lo esperé, me la sacó de golpe. Grité ahogadamente, pero no me dió tiempo a nada más. Me giró bruscamente y ví que se estaba como apretando la verga. Y efectivamente así era, porque cuando la soltó fue como si una manguera se hubiera liberado, y chorros tras chorros de su semen me empapó la cara, la boca, el pelo, el cuello y el pecho. Estaba hirviendo y me esmeraba por tratar de que no errara ninguno. Sus gruñidos eran profundos como los de un animal, y me sostenía la cabeza por los pelos, pasándome el glande por toda la cara y el cuello.
- "Y yo ?...", pregunté en tono de llanto.
- "Parate y veni por acá.", dijo Hans, y arrodillándose se metió en la boca mi verga que ya estaba a punto de explotar con tanta cogida. No necesitó de mucho, ya que metiéndome dos dedos en el culo, succionó con furia mi pene y me derramé en su boca, sosteniéndome de su cabeza para no caerme del placer. Me sorprendió que no lo escupiera. Se la bebió toda y me limpió la verga como un rey.
Luego me miró a los ojos.
- "Qué lindo culito tienes !...", me susurró. "Es la primera vez, ya lo sabes, que hago sexo con un chico !... Y me encantó !... Me ...