Don Alfredo.2 - Relatos Eróticos

Don Alfredo.2

... que ese viejo quisiera hacer conmigo, yo te voy a enseñar que no se le muestra la cola a ningún negro santiagueño, pensé ahora ese orto es mío y no se lo vas a dar a nadie, me entendiste?? Te lo voy a coger yo solo, me tomó de ambos lados de la cadera y su embestida fue brutal!! Pegué otro alarido fuerte porque ya tenía más de la mitad de esa cosa dentro de mi ser. Se me caían las lágrimas el dolor era intenso, muy fuerte no lo aguantaba. Y cuando pegó otra embestida, derribó todas mis defensas, no me pude sostener más con los brazos y pegué con mi pecho y cara en el respaldo del sillón, haciendo le perder la estabilidad al viejo y éste se me cayó encima mío, y con su peso enterró hasta el fondo toda su poronga, el viejo agarró con sus dos manos el respaldo y conmigo en el medio y ensartado, quiso practicar un vaivén, y lo único que yo podía hacer era morder el sillón y mis gritos eran contenidos por este, yo agarraba fuerte con mis manos el respaldo mientras que este viejo despiadado practicaba cadencioso traqueteo en mí ya maltrecha cola. Quise pedirle clemencia, lo miré por encima de mi hombro izquierdo, diciéndole, saquila un poquito que ahora seguimos no aguantó más!! Pero al ver la cara de desencajado que tenía Don Alfredo, supe qué no iba a ser posible que me la sacara, todo lo contrario lo enloqueció más mi carita de nenito desesperado al que le estaban rompiendo el orto. Ahora sí pajeate!! Me ordenó el viejo, que no quería que acabara antes así ahora ya toda la ...

... calentura y me podría dilatar más, pero por más calentura que tuviera no aguantaba más!! Traté de hacerle caso, y para mi sorpresa con tanto dolor me había dado cuenta que la tenía casi dura, mientras que el viejo seguia, Yo comencé a masturbarme, ya con una acabada anterior me imaginaba que el viejo más caliente que estuviese no iba a acabar enseguida y que ese martirio iba a durar un buen rato más, eso era lo más lúcido que se me ocurría pensar en ese momento. Ese viejo parecía que tenía 20 años, por su accionar tan desmedido. Cuándo lo escuché relinchar como un potro y gritar sí sí sí sí sí aaaaaaajjj!! El viejo ya estaba acabando de vuelta y dentro de mi dolor Yo también pude llegar ensuciando todo el sillón con mi leche, habíamos acabado los dos juntos, el viejo se desplomó encima mío, yo quedé como colgado del respaldo y el viejo abrazado detrás mío. Todavía con la poronga ya flácida dentro de mi orto. Esa acabada me había salido del fondo de mis entrañas. El viejo tomó la bata de toalla y la vendió encima del sillón, que con un movimiento brusco, casi me tira, y el c sentó desplomado y muy agitado en el sillón. Me ordenó que me sentara en el piso y el abrió sus piernas, me hizo apoyar mi cara en su poronga que para ese momento ya era un pedazo de cuero sucio por restos de semen, sangre y algo más... Limpiada toda chupa chupa, me ordenó al viejo. Yo estaba exhausto, perturbado, adolorido y para esa altura ya me había convertido en él puto de este viejo degenerado. Me duele ...