Esposa de puta en un bar - Relatos Eróticos

Esposa de puta en un bar

Esto empezó hace tres años, cuando mi esposa me pidió permiso para trabajar, ya que una amiga la había invitado a laborar en la recepción del guardaropa del bar donde trabajaba como mesera, después de muchos ruegos de parte de mí esposa accedí a ello, la amiga le dijo que se arreglará muy bien para causar buena impresión al encargado, ésa tarde mí mujer se puso una falda corta con blusa y tacones cómo siempre acostumbra para salir, se fueron a las cinco y regresó a las nueve diciéndome que la habían aceptado y que al día siguiente se presentaría, al otro día se fue a las nueve de la noche y regresó a las cuatro de la mañana que ése era su turno, así pasaron tres semanas hasta que me dí cuenta que llegaba con aliento alcohólico, busque en un bolso grande que acostumbra llevar y encontré tres vestidos muy cortos y escotados y tres pares de zapatillas de diferentes colores de plataforma y tacones trasparentes, y en su bolso de mano una buena suma de dinero, por lo cuál le pregunté qué significaba todo, lo que me contestó que me iba a decir la verdad, que su trabajo consistía  en ser dama de salón y que acompañaba a los clientes en la mesa tomado cervezas o vino y que el mesero le daba una ficha por cada copa o cerveza que se tomará con su cliente y que después ella cobraba en efectivo la ficha, que otras veces hacía cabina que consistía en bailar para un cliente en especial, en ese momento sentí una mezcla de enojo y placer al sentir una tremenda ereccion, le dije que sí ...

 podía ponerse uno de esos vestidos y zapatillas y me dió un beso y se sonrió diciéndome con todo gusto amor. Oh sorpresa! Salió con un vestidito blanco con transparencia que por la parte de atrás tenía la espalda descubierta y tan corto que se asomaba parte de sus redontitas y paradas nalgas, de frente el escote le llegaba hasta el ombligo y también dejaba ver una parte de su tanga, en sus pies unas zapatillas rojas de tiras con unos enormes tacones trasparentes y sus uñas de manos y pies pintadas en color blanco, su rostro maquillado de manera sutil y seductor que dibujaba una bella sonrisa, ahí estaba frente a mí la esposa madre de dos niños, ama de casa convertida en una hermosa y sexy puta, puso música y empezó a bailar al mismo tiempo diciéndome, si te calentó lo que te hé dicho y lo que vés, lo siguiente te vá a prender más, "cuando estoy sentada con los clientes a unos les cobró por ficha o por tiempo, pero todos me manosean y besan las piernas, los senos, mi concha y hasta unos me besan los pies, me hacen a un lado la tanga juegan con los pelos de mi raja, me siento en sus piernas y les agarró la tranca y cuando bailo con ellos me aprietan las nalgas, todo ello con su respectivo pago. Y cuándo hago cabina les bailo una pieza de música y me dejó tocar todo el cuerpo. También hago variedad que consiste en quitarme poco a poco mí de por si escasa ropa quedándome sólo con mis zapatillas y totalmente desnuda aquí es donde sacó más dinero porque los clientes me dan billetes ...