LA TRAVIESA DE MI SOBRINA II - Relatos Eróticos

LA TRAVIESA DE MI SOBRINA II

Las travesuras de mi sobrina Araceli, solo fueron un pretexto para ir más allá. Deseaba hacerla mía, tal y como había hecho mía a Betty, su mamá. Araceli era y sigue estando hermosa y tenía que ser primero mía antes que de cualquier otro. Derecho que tenía sobre mi hermana Betty y sobre mis otras hermanas.
Y sin decirlo, Araceli también lo deseaba y lo pedía a gritos con sus acciones y travesuras muy personales y directas conmigo.
Esa noche de sábado la había poseído por primera vez por su delicioso culito, le había dicho que la haría mujer y que sería mi mujer, ella no se espantó o escandalizo, al contrario, cedió ante mí y me dejó hacer con ella lo que yo quisiera. En respuesta a sus travesuras de moverme las nalgas frente a mi cara y descubrírselas para mostrármelas separándoselas, le había dicho que le metería la lengua en su culito de volverlo hacer, ella no solo lo hizo, sino accedió a que lo hiciera.
A la mañana siguiente, después de haberse despedido para irse a trabajar mi hermana Betty, Araceli no se despertó, ya que quedo rendida y yo me volví a dormir.  Ya pasaban de las nueve de la mañana cuando me desperté, mi sobrina al sentir que me movía, se abrazó a mí y me dio un beso en la barbilla, le correspondí y le di uno en la frente. Luego de unos minutos me levante para irme a bañar, le dije a mi sobrina quien ya estaba semì despierta que ya se levantara para que almorzáramos, que se fuera a bañar. Me bañe y cuando salí no la encontré en mi recamara, me vestí y ...

 baje a calentar el almuerzo, luego de un rato llegó mi sobrina, quien ya se había bañado y llegaba risueña al comedor, me abrazo y da un beso, al cual correspondí. Se veía linda, jovial y con ese brillo en sus ojos que da su edad. Vestía un lindo vestido suelto y amplio como si fuera camisón, el cual le llegaba a la mitad de sus bellos muslos, de color verde agua.  
Almorzamos sin ninguna novedad solo platicando cosas comunes, terminamos y levantamos todo, luego me fui a sentar a la sala. Araceli se había mantenido tranquila, sin hacer ninguna travesura o provocarme con alguna de sus ocurrencias. 
Llega mi sobrina y se hinca al pie de mí, me mira sonriéndome.-Tío, ¿te puedo hacer una pregunta?- 
-Dime.- Le contesto.
-¿Por qué me chupaste mi colita y mi cosita?- Me pregunta.
-Una, porque me las enseñaste y dos, porque me gusta chupar cosita y colitas de nenas hermosas como tu.- Le conteste.
-¿Deberás soy hermosa? ¿Y porque me metiste en mi cola tu ese y no en mí cosita si también te la enseñe?- Me pregunta.
-¡Claro que eres hermosa! Y te lo metí ahí, porque me enseñaste primero la colita.- Le conteste.
Se queda pensando unos segundos, luego se para y riendo se levanta la falda del vestido, mostrándome su hermosa cosita, con escasos vellos. Ahora es su nueva travesura, enseñarme que no trae pantaleta, pero no corre como las veces anteriores, ahí se queda parada riendo.
-¡Ven mi niña!- Le digo, agarrándola de su muslo izquierdo y jalándola hacia mí.  
Me recuesto sobre ...