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Las universitarias sumisas (Cap. 2)
Fecha: 02/12/2017, Categorías: Dominación Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
... que me sobaron los pies, así como las que lustraron mis zapatos retomaran sus lugares, era increíble como nunca me había dado cuenta de ese carácter sumiso que ellas tenían. Chasqué los dedos y enseguida aparecieron tanto las gordas como mis amigas que salieron de prisa desde la cocina y al llegar ante m preguntaron si se ofrecía algo, con voz firme dije “ustedes gordas a la cocina para mantener caliente la cena”, ellas sin decir palabra se retiraron a su lugar, enseguida les ordene a mis amigas que había enviado a la cocina que ellas serían mis meseras esa noche y que por lo tanto debían desnudarse debiendo tener una servilleta de tela en su brazo para estar limpiándome la mesa entre cada platillo que se servía a mis llamados. Ellas sin saber porque se apresuraron a obedecerme y por último pero no menos importantes les ordenaba a las que lustraron mi calzado y sobaron mis pies que ellas comerían en el suelo, la mitad a mi izquierda mientras que la otra mitad al lado opuesto y que no tenían permitido hablar a menos que yo les autorizara ese ...
... privilegio, ellas obedecieron una vez más y tomaron posiciones. La velada fue perfecta cada una en el lugar que les correspondía o sea sirviendo a mis pies, por lo que decidí dejar de verlas como mis amigas y empezarlas a tratar como fuente de ingresos. Esa noche decidí después de ver su manera de servir a mis pies, que yo podría ofrecerlas como servicio de limpieza y así explotar su falta de carácter y ponerlas a trabajar como esclavas domésticas en distintas casas. Esa noche estuvo llena de agradables sorpresas para mí, terminada la velada envié a mis ex amistades a sus casas y les aclaré que no hablaran entre ellas hasta llegar a sus casas correspondientes, pero antes de eso les implante la orden de que al entrar a sus autos solo podrían recordar lo bien que la pasaron en la cena. Ellas así lo hicieron y al día siguiente me llamaron para agradecerme la velada, se la habían pasado muy bien, tenían una sensación algo extraña pero que les hacía sentirse completas con ellas mismas. Las gordas solo me dijeron “bien hecho Ama, ha conseguido nuevas esclavas”.