El sacerdote que me amó
Fecha: 01/12/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que todo era cierto y ya no pude seguir engañándolo. Enseguida nuestra relación se deterioró completamente, mi esposo que me tenía toda la confianza del mundo, y me dejaba ir a donde quisiera, ahora se sentía traicionado y con mucha razón, pero lo que más le duele no es tanto que haya tenido una aventura, sino saber que mis sentimientos de amor, los tengo divididos entre los dos y que todo esto lo hice a sus espaldas. Se perfectamente que José Luis y yo le hicimos mucho daño y se siente despedazado moral, anímicamente y sentimentalmente. Quería romper totalmente nuestro matrimonio, pero le rogué y supliqué que no lo hiciera por nuestros hijos que adora muchísimo, que no nos abandonara y después de mucho aceptó, pero ya nada es igual, me tiene completamente prohibido poner un pie en la iglesia, dice que me deje de andar con tanta pinche catoliquería que no sirve para nada, y lo único que hizo fue deshacer su matrimonio, me tiene muy restringida no me deja salir a la calle y de plano se le acabó la confianza en mí. Algo de lo que me alegro realmente, es que no se violentó ni se dejó llevar por sus impulsos, ya que de otra forma José Luis y yo ya estaríamos muertos. Se que fue a hablar con él de hombre a hombre, le dijo que era un hijo de la chingada y un puto aprovechado, y él se quedó callado sin decir nada pero mi esposo lo amenazó diciéndole que si despedazó su vida con todas sus pendejadas que hizo, él va a despedazarlo social y religiosamente desprestigiándolo en público, ...
... y José Luis para evitar el escándalo huyó del pueblo rápidamente como un cobarde y nadie en el templo quiere dar razón de su paradero, pero mi esposo que pertenece a una agrupación muy especial, tiene relaciones que le indicaron en donde se encuentra y lo tiene bien ubicado. Después de todo esto, intenté junto con mi esposo, continuar nuestra relación durante unas tres semanas, pero él a cada rato recordaba lo sucedido y se enojaba o se deprimía mucho, en varias ocasiones o lloraba o se agarraba golpeando con todas sus fuerzas a la pared y las puertas con los puños, creo que se lastimó mucho las manos, todo esto lo hacía para no golpearme a mi, cosa que nunca sucedió, en una de esas veces fue por su argolla de matrimonio y con mucho coraje la hizo pedazos y la tiró a la basura. Y una mañana, de buenas a primeras empacó sus ropa y sus cosas y se fue de la casa, se despidió de los niños sin decir la razón a nadie, cosa que le agradezco, porque si mi familia y la sociedad se hubieran enterado, creo que ya estuviera también despedazada, tampoco nos quiso decir a dónde se iba, y la verdad que ésta vez si me sentía desprotegida y desesperada, lloré mucho su partida y ahora me encuentro sola con mis hijos sin saber de él, desde hace diez meses soy yo la que atiende el negocio, lo extrañamos muchísimo y vivo arrepentida de todo lo que hice. Lo peor del caso es que por haber aceptado las ideas calenturientas de José Luis, yo me quedé como "la perra de las dos tortas", sin esposo y sin ...