Laura
Fecha: 30/11/2017,
Categorías:
Zoofilia
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
A veces, cuando se leen este tipo de relatos uno piensa que son falsos, que algún escritor frustrado se encarga de darle vuelo a la imaginación y que nada de lo que se lee tiene posibilidad de ocurrir en el mundo real sin embargo, basta con abrir un poco los ojos para reconocer que algunos de ellos bien pueden ser reales y que tal vez no solo se conoce a alguien que conoce a otro que supo de una vez, sino por el contrario ser actor de los mismos, si se esta en el momento y lugar adecuados. Durante mi niñez conviví estrechamente con la familia de mi padre, particularmente con Fersa mi tío y sus hijos, cinco chiquillas traviesas a las que bien podía llamar hermanas que por las circunstancias y a medida que transcurrió el tiempo, las ocupaciones familiares e intereses particulares nos fueron separando irremediablemente al punto de prácticamente perdernos la pista por años. Fue recientemente que contacte y por casualidad a Laura, la hija mayor de Fersa en el campus universitario en la que ambas estudiábamos, ella al ser siete años mayor que yo llevaba prácticamente la misma cantidad de tiempo ejerciendo la veterinaria, carrera que detestaba y que sin embargo había estudiado por coerción de mi tío únicamente por el bien del "patrimonio familiar" un rancho ganadero en las afueras de ****** y que era el orgullo de Fersa, para este entonces un viejo enfermo de casi 70 años que le había hecho miserable la vida a sus hijas, en especial a Laura quien fuera prácticamente obligada a ...
... fungir como el hijo varón que nunca pudo tener, de mi parte recientemente egresada me debatía entre mandar todo al diablo o emprender la difícil tarea de ejercer mi aberrante carrera como diseñadora gráfica. El encuentro con Laura fue especial, después de tantos años de perdernos la vista teníamos mucho que contarnos tanto que un solo día no era suficiente para ambas, de este modo y ya que contaba con demasiado tiempo libre luego de mi graduación, acordamos que pasaría un fin de semana en el rancho. Al llegar y pese a lo que hubiese imaginado dado la forma en que siempre hablo Fersa de él, el rancho era en realidad una empresa venida a menos, la crisis económica en la que siempre ha estado hundido el país no hacía muy fáciles las cosas y desde "el error de diciembre" las grandes cuadras de caballos de antaño se habían vendido una a una conservando solo unos cuantos de ellos, no era difícil imaginar entonces la enorme frustración de Laura, obligada a las responsabilidades de un rancho que no daba mas que para salir medianamente mes a mes y sin el apoyo de una pareja pues a pesar de ser una mujer atractiva, a sus 32 años apenas podía contar un par de novios que obviamente se había encargado Fersa de ahuyentar pues "la distraían de sus obligaciones". Los primeros días del par de semanas que pase en el rancho transcurrieron en la normalidad, realmente el trabajo del campo no me atraía en lo absoluto sin embargo deseaba ayudar a laura hasta donde me fuera posible, durante mi estancia ...