A los pies de PILAR - Relatos Eróticos

A los pies de PILAR

Hola mi nombre es Ana, tengo 23 años trabajo en una peluquería. Solo llevo 4 meses, y desde el primer día, quedé profundamente enamorada de mi Jefa Pilar. ELLA tiene 38 años , esta soltera y físicamente es un encanto de Mujer. 1, 70 de estatura. Morena. 54 kg. de peso. Ojos oscuros... Desde el primer momento, me entregué a Pilar por completo, pero ELLA no se dio cuenta...

Yo barría, fregaba el pequeño local, estaba muy pendiente de la limpieza, sobre todo de tener siempre limpio lo que Pilar tuviese que utilizar...Tijeras, cepillos...etc.  Ya el tercer día, Pilar me dijo que le tutease, y yo le comente que me veía extraña tratando de tu a mi Jefa y le rogué, que por favor me dejara tratarle de Usted...A Pilar sé que le extrañó, pero me dejó tratarle de Usted.
Yo le hacia la pelota cada vez que podía, alabándola constantemente, pues vi que a Pilar, eso le gustaba.

Según iba pasando el tiempo, Pilar me iba encargando hacer mas y más cosas y yo todo lo iba aceptando ilusionada. Intentaba que ELLA viera mi sumisión, pero Pilar, aún no se daba cuenta. Una mañana un poco antes de Navidades, Pilar llegó con unas botas preciosas, yo ya le estaba esperando, como siempre en la puerta, y cuando Pilar abrió y entramos, le comente que eran divinas sus botas...Y Pilar me dijo: Pues fíjate como se me han puesto, con cuatro gotas que han caído. Yo le dije, No se preocupe Pilar, ahora mismo se las limpio. Pilar se sentó y yo le ayudé a descalzar sus botas. Enseguida fui a por sus ...

 zuecos y disimuladamente, me arrodillé para calzárselos. Y rápido, me puse a limpiar sus botas. Al rato se las enseño limpias, a Pilar le gustó como se las dejé y me comento:  "A partir de hoy, ya sé quién me va limpiar el calzado..." - Yo le conteste: Será para mí un honor, Señora Pilar. ELLA recuerdo que me dijo: Anita, Anita...No me lo digas dos veces, que te cojo la palabra enseguida. Se lo digo de verdad,Señora Pilar...Solo tiene que mandarme estar al cuidado de su calzado...Y ya verá como le tengo todos los días los zapatos.
Pilar me dijo: Pues nada hija; tu lo has querido: "Te nombro a partir de ahora, encargada de la limpieza de mi calzado"
Yo le di las gracias una y mil veces y Pilar me comentó, que si algo le molesta a ELLA es tener que limpiarse el calzado. Y me dijo:
Prefiero cocinar, fregar, planchar, pero el calzado, de nunca me a gustado limpiarlo.
La cosa quedo así y yo todos los días le limpiaba sus zapatos y los zuecos del trabajo. Incluso me buscaba las mañas, para ser yo quién le calzara y le descalzara. Pilar ya empezó a verlo hasta normal.

Pilar empezó a darse cuenta de mi sumisión, una tarde, cuando después de cerrar la peluquería al ir a cambiarnos de ropa, Pilar me  comentó: Hoy no me has limpiado los zapatos...Yo enseguida le dije que era verdad, que como me mandó a hacer un recado, nada más entrar por la mañana, luego se me olvido, pero que se lo limpiaba en un momento. Yo sabía y Pilar también, que los zapatos estaban limpios...Pero fui a por un ...