Un compañero especial 9 - Relatos Eróticos

Un compañero especial 9

A la mañana siguiente estaba firme en la puerta del PH es un día, nos saludamos cordialmente y fuimos a trabajar de camino le comenté cómo era el trabajo y llegando ya a la empresa para sorpresa mía bermude me informa que ese chico iba a ser compañero mío en reemplazo del malogrado Brian. Dentro mio había mucha felicidad. Novelas de los que daban 1000 kilómetros más el descanso el mediodía. Enseguida pegamos onda charlamos mucho de todo.b de lo único que no se hablaba era de sexo, parejas y mucho menos yo que él había visto el domingo a la tarde. El lunes el trabajo se hizo como correspondía juntos a casa, nos despedimos con un beso afectuoso hasta mañana. El martes fue lo mismo, y así fue transcurriendo toda la semana, salíamos juntos trabajábamos juntos olvidemos juntos a casa, 14 horas del día o más, estábamos juntos. Cada vez había más confianza, yo me hacía el chistoso para que él se relajara conmigo. Toda la semana trabajamos y cuando llegó el viernes, estábamos llegando a casa, me pregunta qué vas a hacer esta noche?? Y le dije la verdad, por una sonrisa pícara le dije, esta noche tengo gente en casa. Ese sonrió y me preguntó, cuál el que te besaste en la puerta de mi casa el domingo a la noche?? Había empezado a romper el hielo el mismo, sí sí, claro le contesté. Por qué? Está celoso?? Soy muy cariñoso si querés a vos también te beso le dije mientras, me sonreía.noooo!! Me contestó horrorizado. Nunca digas nunca !!!replique. Y cuándo nos vamos a despedir, ese ...

... movimiento rápido, y le di un beso, casi un pino. Él quedó como congelado dio media vuelta y entró en el departamento de su tía. Yo entré sonriendo al mío. De puro maldito que soy, cse me dio por correr un poco de cortina de la ventana que da al pasillo, para que se viera un poco de afuera, intuía qué Hugo iba a querer chusmear. Me bañé y mi perfume, al rato llegó Carlos. La desesperación y el desenfreno al vernos, besos y toqueteos por doquier. Nos desvestimos a las apuradas, mientras no parábamos de besarnos, me arrodille y comencé a chuparle la pija ahí nomás, al cabo de un rato, me levanto por la fuerza, media vuelta y nos pusimos en una posición que nos encanta de los dos yo apoyado con las manos en la mesada, él se pone saliva en los dedos y me lo pasa por el agujero, me frota con su poronga alrededor de mi agujero y y me la pone de un solo golpe y sin piedad, y así empezamos a coger, al cabo de un rato explotamos los dos, como siempre yo en el piso y él dentro mío. Yo sabía positivamente qué mi vecinito nos había estado espiando por el huequito que yo dejé en la cortina. Todo esto que yo estaba haciendo, no era otra cosa más qué pretende provocar algo en mi vecino. Cba Carlos de la mano hasta la habitación. Lo tendí boca arriba en la cama, y adopte otra posición que muchos nos gusta, el 69. Chupe la pija hasta producirle arcadas, y él con sus labios y su lengua, limpiaba lo que me había depositado hacía un instante no más, la recuperación de ambos fue casi instantánea, con la ...