Un compañero especial 2
Fecha: 14/01/2020,
Categorías:
Primera Vez
Tus Relatos
Autor: Marcos y, Fuente: computo.ru
Volví a mi casa un torbellino pasaba por mi cabeza, tenía una mezcolanza enorme, pensaba en todo lo que había hecho durante ese día, que era yo el que había estado con un hombre, que era yo el que le había chupado la pija a un hombre, que era yo el desesperado porque me cogiera ese hombre, que era yo la que le habían puesto contra la pared de chapa de la camioneta y lo habían penetrado ferozmente, que era yo al que lo habían acabado en el orto, en definitiva era yo el que había estado deseoso con un hombre por primera vez en su vida, y a todo esto se le sumaba que me dolía o me ardía bastante la cola, pero... Todo eso me gustaba? Esa era la gran incógnita y aparentemente La respuesta es afirmativa. Me gustaba haber sido penetrado por este peruano, y hasta me gustaba el ardor o dolor de cola que me perseguía. Llegué a mi casa y encontré la comida en el microondas, mi mujer ya estaba acostada y durmiendo, al parecer no se había hecho mucho problema que había tardado más que todos los días en llegar a casa. Apenas comí y me fui a ducharme, ahí vino una sorpresa, mi calzoncillo estaba manchado con sangre y otros restos míos y de mi amigo, lo lavé y me fui a dormir. Cuando sonó el despertador a la misma hora que todos los días, esta vez no remolonee para levantarme, casi ni desayuné y salí corriendo ansioso para el trabajo. Sentía mucha ansiedad y expectativa por llegar, al parecer necesitaba ver a Brian, hice todo el papelerío y le pregunté al jefe de expedición si todavía no ...
... había venido Brian, y este me dijo ya está arriba de la sprinter, al parecer había alguien más ansioso que yo!! Subí a la camioneta y ahí estaba el. Nos saludamos como todos los días, como si nada hubiese pasado entre nosotros. Emprendimos nuestro camino hacia general belgrano a 160 km de nuestra base de trabajo. El peruano manejaba, yo cebaba mate, pasaban los kilómetros y ninguno de los dos hacía alusión a lo que había pasado ayer. Llegamos a general belgrano, hicimos los tres clientes que debíamos hacer, y nos quedaban 160 kilómetros más hasta ayacucho. Seguimos sin hablar absolutamente nada lo que había pasado ayer. Hicimos uno de los tres clientes que nos quedaban,2, y los negocios cerraron, vamos a la YPF a comer? Me pregunto Brian. Claro, respondí sin más. Estacionamos en la playa de la YPF alejados de todos. Fuimos para el furgón comimos nuestros sandwich, y seguíamos sin hablar de lo de ayer, fue ahí cuando el peruano comenzó a sobarse "su paquete". fue ahí cuando se me aceleraron las pulsaciones y el corazón empezó a latir más fuerte cada vez más!!! Sentía que se avecinaba otra sesión como la de ayer. No dejaba de mirarlo, y el peruano se daba cuenta, y? mi putito!! Le gustó lo que le hizo su macho ayer??? Atiné a esbozar una tenue sonrisa, y no le respondí nada. Brian seguía sentado, recostado contra la chapa de la sprinter, pero ahora se había metido la mano por debajo del pantalón y se la tocaba directamente, yo lo miraba entre caliente e imnotisado. Ven gateando ...