1. Celestino me cambió la vida.


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Marcos, Fuente: computo.ru

    Mi nombre es Marcos, 48 años, vivo en cuidad de buenos Aires, padre y marido. Mi historia arranca allá por los '80 , vivía en el campo, al sur de la provincia de Buenos Aires, mis padres tenían una chacra, casa principal y a 300 metros la casa en donde comían y vivían muchos de los peones, fijos y temporarios. Había una cocinera (Celina) , por enfermedad tuvo que volverse a su Santiago natal. Ahí empieza a cambiar mi destino. Mi infancia transcurre como la de cualquier chico en un campo pero, acuérdense, que eran los ochentas y no había ni internet tampoco teníamos luz y la poca televisión que se veía era a batería.. la diversión era escasa. mi papá necesitaba alguien que cocinará para los peones, le recomiendan a Ramón, el cocinero de un restaurante de poca monta del pueblo, pero no vino solo, a él lo acompañaba su hijo, Celestino, un metro 60 ruliento y de contextura media de tez blanca. A mí no me gustaban los chicos pero había algo en el que me llamaba mucho la atención. Enseguida nos hicimos amigos, yo tenía 13 años y el 19, Celestino,se ganó la confianza y el cariño rápidamente de mi madre,. Porque se ofreció a ayudarme en las tareas del colegio ya que él le faltó muy poco para terminar la secundaria y a mí me iba bastante mal. Todas las tardes Celestino me ayudaba a hacer la tarea, aunque no fuese necesario yo quería estar con él, nuestros saludos cada día eran más, un abrazo y un beso cada vez más fuerte y más efusivos, parecía que los dos sentíamos atracción el ...
    ... uno del otro, o él venía a mi casa o yo iba a la casa de los peones donde él vivía a hacer la tarea. los abrazos y los besos de nuestros saludos cada vez eran más fuertes, sobre todo si no nos veía nadie, sus manos muchas veces de pasada acariciaban mis nalgas. a mí me llamaba la atención pero me gustaba mucho. durante el estudio había miradas y toqueteos voluntarios e involuntarios siempre en broma. Yo sentía la necesidad de verlo constantemente de acariciarlo y de tocarlo siempre en tren de amistad y buena onda. Era una necesidad, parecer, de los dos esos saludos efusivo y esas caricias. Una tarde de octubre de mucho calor me gritó a la pasada venite a las 3 a casa hacer la tarea. Me empezó a latir el corazón cada vez más fuerte, algo presagiaba, estaba más ansioso que de costumbre por ir a hacer la tarea, llegaron las 3 de la tarde y salí corriendo a la casa de los peones. Cuando llegué Celestino estaba solo, su padre había terminado con la tarea y se había acostado a dormir la siesta estábamos solos en la cocina,, nuestro saludo fue muy efusivo, nos abrazamos y ahí es donde vino un beso a media boca, un choque eléctrico, las manos de Celestino acariciaron mis nalgas, yo no quería que terminas ese saludo, Celestino vuelve a acariciarme las nalgas mis brazos le pasan por su cuello, y soy yo el que le da el beso en la boca. Un beso largo que él no rehúsa a darme, Celestino dobla La apuesta introducir su lengua dentro de mi boca. La electricidad recorre todo mi cuerpo y nos ...
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