Estrené a un perro.
Fecha: 16/08/2019,
Categorías:
Zoofilia
Tus Relatos
Autor: Chicozoo, Fuente: computo.ru
Estoy de vuelta, con un nuevo relato para compartir. Hace tiempo les relate la manera en la que fui desvirgado por un perro, en esta ocasión fue al revés.
Bueno, hace unas semanas unos vecinos se disponían a salir de vacaciones y buscaban quién pudiera cuidar de su perro, yo amablemente me ofrecí, creyendo que era un perro que podría montarme mientras estuviera conmigo. Llegó el día, me decepcionó ver que era un perro pequeño, de esos que son cruza. No se apreciaba un gran bulto dentro de su funda por lo que supuse su miembro era pequeño, cosa que comprobé después.
Mis vecinos se marcharon, y más tarde mi familia; cosa que aproveche para tener sexo con el perro que me había estrenado. Ya les contaré después. Me di cuenta que el perro grande de nombre Scooby (es un perro muy grande, de color café; de ahí el nombre) trataba de montar al perro pequeño (Ghost). Me calente al verlos, y comencé a pensar que debería aprovechar a Ghost mientras pudiera.
Decidí llevar a Scooby a otra habitación, quedando sólo con Ghost. Me desnude y acerqué mi pene a su boca, comenzó a lamer con gusto. Su lengua era áspera y muy húmeda, recorría la mayor parte de mi pene con ella, causando gemidos por la sensación tan placentera. Nos mantuvimos así un rato, cuando me cansé tome al perro por su mandíbula, la sostuve manteniendo su boca abierta y de una estocada le enterre mi verga en ella, llegando a tocar su garganta pero sin poder introducirla del todo.
Comencé a bombear, ...
... provocando arcadas de mi peludo amigo, que al tratar de safarze hundía mi pene cada vez más logrando entrar del todo en su boca. Solté un prolongado gemido de satisfacción, la garganta del perro era muy húmeda y caliente la deje dentro un par de segundos retirandola para que Ghost respirara y después la volví a hundir hasta el fondo. Repetí esto muchas veces, hasta que decidí tratar de penetrar al perro.
Caminé al baño donde me dediqué a limpiar el ano por fuera y por dentro, para no tener algún incidente le introduje una manguera en su recto, retirando las heces y dejándolo lo más limpio posible.
Después me dediqué a lamer y saborear ese ano de color rosado y tan apretado, lo besé y lo chupe, introduje mi lengua disfrutando su interior. No estaba dilatado, por lo que mi pene no entraría así que humedeci mis dedos con saliva y comencé a meter uno por uno, hasta que fueron tres. Ghost lloraba, pero no me detuvo. Ese culito debía ser mío. Me gustó poder agrandar su ano, separarlo y abrirlo con mis dedos. Volví a darle lengua un rato, para dilatar más fácil.
Cuando estuvo listo coloqué mi pene en su entrada, escupi y comencé a empujar, el glande fue lo que entró primero. No hubo más que jadeos de su parte, así que empuje más y lloró. Pujaba para sacar mi pene de su interior yo aproveché y mientras el pujaba yo aplique fuerza, logré introducir todo mi pene, el pobrecillo solto un gemido lastimero, trato de huir, pero estaba bien ensartado. Debo decir que la sensación es ...