Mi vecino el chapista - Relatos Eróticos

Mi vecino el chapista

... sin importarle nada mientras decía: Viste como la tenés al p**o conmigo?…. Cómo te gusta ésto que mirá como se te ha parado y seguroque querés cascartelá…..Sí -le respondo- no doy más de las ganas de acabarme mientras me meas de esta forma.Bueno dale putito mío te doy permiso para que te largués la leche mientras te meo a gusto y placer.Y sin tener que decirme más me empecé a pajear como un endemoniado y mi leche no tardó nada.Entre el placer y el morbo de sentir su meada en la cara y boca, y el placer de acabar así; mi orgasmo fue monumental.Casi al mismo tiempo yo largaba la última gota de leche y Él terminaba el último chorrito.Bueno ahora -me dice- agarrándome de los pelos vas a buscar todos los lugares donde cayó tu leche y te la vas a tragar, mirá empezá por mi pantalón acá en la rodilla tengo manchado.Y como si fuera un perro buscador, busqué por todos lados donde hubiera un chorro de mi leche y con la lengua los levantaba y tragaba con sumo placer, guiado por su mano que cuando Él veía un chorro me empujaba de los pelos para que lo tragara.Y…. Te ha gustado putona?.... Sí… me ha encantado……A mí también y me ha gustado tanto que te voy a llenar la jeta de leche de nuevo… abrí bien la boca puta ...

... mamona.Y metiéndomela hasta la garganta empezó a cogerme por la boca sin descanso hasta que su pijota empezó a latir de una forma bestial y a ahogarme con su leche calentita.Y cuando ya no le quedó ni una gota por salir recién ahí me soltó de la cabeza y yo pude respirar aliviado sin arcadas ni nada.Y apretando su pija con la mano le sacó la última gota de leche con los dedos y me los metió en la boca.Tomá … no te olvides la última gotita.. Ja ja ja.. Uuhmmm que delicia… le digo mirándolo a la cara.Nunca me imaginé que iba a estar con un tipo haciendo todo esto -me dice dándome una cachetadita en la cara- y encima disfrutarlo como nunca en mi vida.Yo tampoco imaginé nunca estar con vos de esta manera y que bajo esa apariencia de hombre adulto y sereno se escondieraun macho cabrío sin escrúpulos como me demostraste hoy.Sí… je je… creo que ni yo me reconozco. Bueno y ahora me tengo que volver al trabajo y aquí no ha pasado nada, verdad?Por supuesto, aunque mi memoria todavía se está relamiendo -le digo.Él se gira y se sonríe y antes de saltar la tapia me dice: Nos vemos en cualquier otro momento que ande con ganas de saltar la tapia, eso sí ni te voy a avisar para agarrarte más de sorpresa y darte sin asco.