Probandome las tangas de mi prima.
Fecha: 14/11/2017,
Categorías:
Fetichismo
Voyerismo
Tabú
Autor: PKT_FETISH, Fuente: xHamster
Después de experimentar y disfrutar por primera vez el maravilloso aroma de la tanguita de mi prima, los días fueron pasando y yo dejé de ser el mismo niño. Me convertí en un pervertido libidinoso y comencé a mirar a Jaqueline de otra manera, la miraba con deseo y disfrutaba cada momento junto a ella. En ocasiones, cuando ella me abrazaba, debía ser cuidadoso de que no se percatara de las erecciones que sus caricias, besos y aroma me provocaban.Su enorme trasero, gordo y redondo, lo empecé a mirar con deseos y con ganas de poseerlo, de sentir su olor de cerca y de disfrutarlo, al igual que su entrepierna. Quería descubrir de donde provenía ese maravilloso elixir con el cual impregnaba sus tanguitas y que alborotó todos mis sentidos, activando mis más perversos instintos.Cada vez que iba de visita donde mi abuela y mi prima, aprovechaba los momentos en que Jaqueline no estaba para meterme en su dormitorio y buscar ropita sucia con la cual saciar mis deseos, pero no tenía la suerte de encontrar alguna tanguita como la de esa última vez y debía conformarme con el aroma de sus calcetines sucios que dejaba dentro de sus malolientes zapatillas o de su pijama, en el cual quedaba impregnado su aroma después de tantas noches de dormir con el puesto.Al revisar sus cajoneras, descubrí una gran cantidad de calzones y tangas del tipo colaless, de todos los colores y diseños, pero todas limpias, lo cual me generaba un poco de frustración y para aliviar mi enfado, frotaba esas tanguitas ...
... limpias con mi pene para dejarles mi olor.Un día, estando sentado en el baño, comencé a mirar la lavadora que estaba ahí y me dió curiosidad por saber cómo era por dentro, ya que ésta era una de las automáticas y en mi casa solo teníamos una vieja de tambor.Después de terminar con mis necesidades y de lavarme las manos, observé la lavadora de cerca, miré sus botones, leí las instrucciones y luego la abrí para verla por dentro y grande fue mi sorpresa al descubrir que en su interior estaba repleta de ropa sucia; delantales, blusas y medias de mi abuela, jeans, calcetines y poleras de mi prima. Comencé a hurguetear más y más y ahí encontré lo que tanto anhelaba; tres colaless, hediondos y manchados.El primero era un colaless de color rojo y con el borde blanco, el hilo tenía un fuerte y excitante olor a culo y el sector de la entrepierna tenía una generosa mancha blanca de flujo seco, presumo que tenía al menos tres días de uso.El segundo colaless era de color blanco y con encajes, el hilo tenía manchas amarillentas y un delicioso aroma, al igual que la parte de la entrepierna, pero sin grandes manchas, presumiblemente tenía uno o dos días de uso.El tercer colaless era de color calipso con líneas horizontales blancas y por dentro la tela solo era blanca, el hilo estaba extremadamente sucio, lo más seguro es que no pudo limpiarse el culo bien. La parte de la entrepierna tenía costras de flujo de un color amarillento y con un aroma exquisito.Estaba alucinando con esas tres tanguitas ...