1. (6) Cuestión de bragas


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Lesbianas Sexualidad, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    Era su primera cita en ocho años, de ahí que Fabián González estuviese exultante de alegría. Nunca tuvo suerte en el amor y a sus 31 años ya tiró la toalla, pero en la web de contactos Meetic encontró a una chica interesada en él, una chica majísima, simpática y, sobre todo, hermosísima, y esta noche ella lo recogería en coche para ir a cenar a un restaurante francés. Por supuesto, Fabián invitaba y la emoción se extendió a toda su familia. Gomina en el pelo. Encorbatado. Axe por todo el pecho. Y su mejor chaqueta para afrontar una de las noches más importantes de su vida. Por fin una cita y por fin la ilusión volvía a su aburrida y rutinaria vida. Todo era del trabajo a casa y de casa al trabajo. Fabián ya estaba un poco harto de tanto ordenador y fibra óptica, de hecho en eso consistía su trabajo, en la seguridad informática de una empresa privada de chips surcoreanos. Pero eso hoy pasó a segundo plano y solo tenía cuerpo y alma para ella, para su cita, para Ana Etxeberría. Y allí estaba Fabián. Esperando en la esquina de su calle pendiente de si venía o no Ana. Cuando pasaron cinco minutos de la hora, los miedos llegaron. ¿Le daría plantón? No, esta noche debía salir todo bien. Fuera malos humos. Un rugido de motor le avisó de que llegaba un coche de gran cilindrada, más concretamente un pedazo de Corvette Stingray reluciendo con el paso de la luz de farolas. Esa no podía ser Ana. Fabián se imaginó que vendría en un Golf o un Citroën, pero el coche deportivo frenó a su ...
     lado en seco. -Hola, sube. ¡Era ella! Alucinado, Fabián entró como si lo hiciese en una nave espacial. -¿Este coche es tuyo? -Uno de tantos –rió ella. Fue cuando Fabián se fijó en lo elegante y sofitiscada que vestía, con maquillaje Max Factor, el pelo lacado y moldeado y un conjunto de noche de Zara que rondaría los 200 euros. No podía ir más hermosa. A Fabián casi se le corta la respiración. En persona era el doble de bella y erótica. ¿Y este cacho de hembra se fijó en él? Fabián no cabía en sí de felicidad-. Hey, ¿todo bien? -¿Qué? Oh, sí, es que… no sé… -¿No me das dos besos? -Ah, claro. Fue cuando Fabián olió su fragancia J´adore y su aliento mentolado. Tuvo una erección espóntanea, por eso se colocó las manos sobre las caderas, para evitar ser descubierto. -Bueno, ¿nos ponemos en marcha? -Claro, acelera. ¿Sabes dónde queda el restaurante? -Lo he puesto en mi GPS. Nos llevará directos. -Pues venga, pisa el acelerador. -Eso está hecho. Ponte el cinturón. Esto se va a mover un poco. -Claro. Ana sonrió con malicia para luego pisar a fondo el acelerador. El Corvette salió disparado como una bala. -Joder… -se agarró Fabián al asiento. Ana rió divertida. -Sí que va rápido. Comprobado. Ahora baja marchas. -No. -¿Cómo que no? -Me gusta la velocidad. Me pone muy cachonda. -Ya veo. Ana aulló mientras salía a la autovía a todo gas. -Tranquilo. Yo controlo. -Eso se suele decir hasta que te estrellas. -Yo nunca he sufrido un accidente. Soy una experta al volante, como ves. Mira, sin ...
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