El día que probé a mi cuñada
Fecha: 28/08/2019,
Categorías:
Incesto
Infidelidad
Autor: iluso93, Fuente: CuentoRelatos
... nervioso, pero no era excusa para no probar a mi cuñada. La tomé de la cara y empecé a besarla, sentía su lengua, que rica sensación. Luego puso su mano en mi pantalón y, al escuchar un suspiro, supe que había sentido lo dura que tenía la verga, la senté en la orilla de la cama, me quite el pantalón y ella solo dijo. -Wow cuñadito pero que rica verga tienes, mi hermana debe disfrutar mucho contigo, eso me excito más, la manera en la que la chupaba era deliciosa, se sentía que lo hacía por venganza con su novio, se la metía entera, le pasaba la lengua, me masturbaba, mis bolas no faltaron para llenarse de su baba, la pare, le quite el pantalón, ella se quitó las panties y la agarre y no evite olerlas, olían a gloria, la puse de rodillas en la cama y empecé a nalguearla y chupar su culito, que vagina tan rica tenia, pequeña y estrecha, sabía que me esperaba algo bueno, ella se acomodó mejor, se puso en 4 y se abrió un poco, yo puse la pierna en la cama para darle mejor y le metí mi verga, un suspiro salió de ella, se volteo y me miro con cara de quejas. -No sabes lo que te espera cuñadita, le empecé a dar suave para que le fuera entrando pero era tanto el flujo que no duro mucho así, empecé a aumentar el ritmo y se empecé a escuchar su flujo y sus nalgas golpeando, sentía que estaba en el paraíso -Así cuñadito cógeme mejor que a mi ...
... hermana así, dame más duro rómpeme la vagina. Eso me excito aún más, sentí que iba a acabar así que lo saque y me acosté en la cama y ella entendió, se subió encima de mí y empezó a moverse sin importarle nada, le subí la camisa y le apretaba los senos y jugaba con sus pezones para estimularla más, ella y yo solo gemíamos, afuera de esa habitación no importaba nada más. Le dije que se acostara un rato, pude observar su abdomen tan definido, sus senos pequeños, su vagina hinchada y llena de flujo, monte su pierna en mi hombro y empecé a cogérmela así, ella me miraba con cara de placer, como si nadie se la hubiera cogido así, -Ay cuñadito dame esa leche, acábame donde quieras. Eso me excito mucho y no pude evitar correrme y que mejor lugar que ese abdomen tan rico, uuufff se sintió delicioso, me acosté a su lado y solo estábamos agitados, luego ella se levantó me miro y se echó a reír, nos bañamos y nos fuimos. En el camino estábamos platicando de lo que había pasado, al llegar mi esposa nos pregunta que donde estábamos y ella mismo le dijo que coincidimos en el bar y compartimos unos tragos y aquí estamos. Mi esposa nunca sospecho nada. Mi cuñada y yo cada vez que podemos lo hacemos y ¿les digo algo? Cada vez es mucho mejor. Gracias por leer el relato, cualquier crítica o comentario a mi correo Muchas gracias