1. La chica de la estación.


    Fecha: 26/08/2019, Categorías: Hetero Autor: TEMPLARIOROYAL1960, Fuente: SexoSinTabues

    No soy el mejor escritor del mundo pero aquí tengo este pequeño relato para hacer mis primeros pininos en la materia. Comenten, critiquen, que eso redundará en mejorar la calidad de lo que estoy escribiendo. Este relato no es real, como lo son los otros que he publicado. Corría el año 1994, cuando regresé a mi natal Colombia. Un día estaba en la Estación de buses de Sabanalarga (Departamento de Atlántico), cuando vi una joven sentada en una de las bancas de la tienda; me quedé observándola: estura baja (1.60m aproximadamente), blanca, cabellos lisos negros, ojos achinados, carita graciosa, buena figura. Comencé a molestarla, en ésa ocasión no me hizo caso; con el correr de los días, cada vez que la veía le hablaba. Hasta que un día, yo pedí una cerveza, la ví, y le pregunté si le gustaría algo, a lo que respondió: - Una gaseosa. - ¿Qué sabor?. - Una Pepsi. Seguimos charlando, hasta que le propuse que nos fuéramos a otro lado. Me dijo que la esperara en el Parque de la Iglesia San José, así que partí hacia el punto de encuentro. Después que llegó, le propuse que nos fuéramos a una pensión, cosa que aceptó. Nos fuimos, llegamos a la pensión, nos registramos, y entramos a la habitación. Empezamos a besarnos, la desnudé pieza por pieza, y ví que no me había equivocado, ante mí estaba una espectacular hembrita: buenas tetas, nalgas pequeñas redondas, atractivas, el parche entre sus piernas no era muy poblado, pero si sensual. Pedimos unas cervezas, y así desnudos nos las ...
     tomamos, seguí besándola, acariciando sus tetas, sus nalgas, eran suaves. Me acosté boca arriba, y ella se subió sobre mí, metiéndose mi verga en su rajita, cálida, deliciosa. Estuvimos así un rato, hasta que ella me dijo: -¿Quieres por atrás?. -¿Te gusta?. Movió su cabecita afirmando, le dí una suave nalgadita, se desensartó, gateó sobre mi colocándose a mi lado, boca abajo, acunando su cabeza entre sus brazos, separando un poco las piernas. Me puse sobre ella, le separé sus nalgas, encontrando el rosado agujerito, puse mi verga sobre el mismo, y qué sensación, estaba calientico, y parecía que hiciera pucheros. Empezé a empujar mi verga, y al penetrar el glande: -Mmgmm. -¿Te hice daño? -No te preocupes, tú dále. Seguí metiendo mi verga en el estrecho agujero, parecía que a medida que entraba, iba a meterle sus nalguitas dentro también. Cuando la tuvo toda dentro, comencé a bombear. Qué rico, delicioso que tenía su culo. Me besaba, me acariciaba, hasta que decidimos cambiar de posición; se desensartó, se puso boca arriba y volví a penetrar en su rica rajita: -Qué...riiiico paapii.....me v..ven...me veengoooo- -Yo también mamacita. Cóogeela. Inundé su rajita con mi leche, al tiempo que ella estallaba en un sonoro orgasmo. Seguimos cogiendo como locos, bajo la ducha, en la cama mojados, haciendo poses. Así transcurrió casi un año, metiéndosela por todos sus huecos, hasta que me dijo: -Estoy embarazada. -Tranquila, tengamos la criatura. Nació un hermoso niño, al que le puso mi nombre. ...
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