-
Una familia incestuosa
Fecha: 24/08/2019, Categorías: Incesto Hetero Autor: Mago21, Fuente: CuentoRelatos
Primero el glande y a continuación cada uno de los centímetros de mi miembro hasta que entro por completo en el coño de mi hermana. Nos quedamos unos segundos sin movernos, mirándonos con lujuria. Cuando note que estaba preparada inicie el movimiento de caderas. Veía como lentamente salía mi polla y volvía a meterse mientras mi hermana gemía del placer. Con cada uno de sus gemidos iba aumentando mi ritmo. Sus piernas rodearon mis cinturas para que, con cada embestida la metiese más adentro. Mis huevos chocaban con su culo y sus pechos se agitaban por el frenesí del sexo. Estaba en una nube. Mis rodillas empezaron a dolerme por estar en el suelo así que, con toda la fuerza que pude reunir, la rodeé con mis brazos, la levante sin sacársela y me senté en el banco. Como premio a mi esfuerzo me dio un beso con lengua. Ahora era ella la que llevaba el ritmo. Empezó a cabalgarme la polla como si fuese su adicción. Mientras tanto jugueteaba con sus pezones mordiéndolos delicadamente mientras sus dedos se clavaban en mi espalda. Nuestros gemidos eran incontrolables. Es una suerte de que no tengamos vecinos cerca. Cuando estaba a punto de correrme hice que parara, nos levantamos los dos y la empotre contra la mampara de cristal, ahora cubierta por el vaho del agua caliente y de nuestro ímpetu sexual. Sus pechos rozaban el cristal. La agarré por la cintura y seguí penetrándola ahora con más fuerza. Quería que esta follada no acabase nunca pero no podía aguantar más: —Mery, se acerca ...
ahh -le dije mientras la acercaba a mí y le besaba el cuello- me voy a correr. —Yo tampoco aguanto -coge una de mis manos y lo lleva a su coño- haz que tenga el mejor orgasmo de mi vida. Con mi mano empecé a estimularle el clítoris a toda velocidad mientras mi polla entraba y salía de su coño y mi lengua buscaba la suya desesperadamente. Mientras ella apoyaba una mano en la mampara para no caernos y con la otra recorría todo su cuerpo parando especialmente en sus pezones: —Mery ahhh me corrooooo —Yo tambieeeeen ahhh. Dámelo todooo. —Ya salee —Llena mi coño con tu leche hermanooo —Hermanaaa Todos nuestros músculos se convulsionaron en fuertes espasmos mientras mi semen salía disparado llenando su coño con grandes descargas. Ambos caímos al suelo derrotados por el cansancio. Me tumbe boca arriba y deje que el agua caliente que aun salía de la ducha cállese por mi cuerpo. Mery estaba a mi lado igual que yo. De pronto oímos un ruido que nos puso nerviosos. Mi hermana se levantó, salió por la puerta al pasillo desnuda y en dos minutos regreso negando con la cabeza. Al parecer se habría cerrado alguna puerta con la corriente, pero la casa seguía vacía a excepción de nosotros dos. Volvió a entrar en la ducha y se dirigió al banco. Veía como mi semen iba goteando de su coño y caía al suelo. —A sido -dijo recuperando el aliento- el mejor polvo de mi vida. —El mío también. El silencio recorría el baño a excepción del ruido del agua cayendo. Al final tome aire y le pregunte: —Somos ...