soy la Esposota Puta de mi amor el Putasote - Relatos Eróticos

soy la Esposota Puta de mi amor el Putasote

... hacerle un preñe para ponerla como una pelota. Desde la primera vez que la vi en bolas, me la imaginé preñuda, hacerla otra vez Mamita con mis acabotes, y siempre deseaba preñarla, para cojérmela llena y redondota con un tremendo globotazo panzal y sus tetas pezonudas duras y llenas de leche ... yo deseaba cojérmela de frente, haciéndole aplastadas sobre una panzota espantosamente globotuda hasta rebotar en ella y volverla a reventar, pero Alejita nunca me dejaba cojérmela a pija pelada y dejarla preñota porque sus hijitas le iban a decir que era puta que se cojía cuanta pija tenía por delante, y que si la preñaba y me iba a vivir con ella como yo le pedía, me iba a querer cojer a sus hijtas, pero sobre todo porque tenía miedo a otro preñazo. Me contó que con cada uno de sus dos preñes anteriores aumentó cada vez más y era una pelota de carne dura, en el último preñe aumentó 47 kilos y su globotazo panzal llegó a medir 193 centímetros de circunferencia, y me había dicho que si la preñaba de nuevo, la iba a poner tan panzuda que iba a reventar como un sapo. Era famosa por sus preñazos, todos deseaban cojérsela así, hasta que por fin ella me dejó que el siguiente preñazo se lo hiciera yo y fuera mi adorada Puta Mamita Preñota.Yo la dibujé a Alejita como la imaginaba y deseaba, preñotuda como una pelota...Cuando estuvo con el tercer preñazo, Alejita, tras haber desaparecido unos meses, me llamó un día de nuevo para cojer y me dijo: “Hola, Putasote, estoy otra vez de preñe, pero ...

... hoy voy a que me cojás, no me vas a reconocer!”. Fui al hotel con la pija dura como una estaca, y apenas la vi entrar al hotel, me puso loco el verla convertida en un tremendo globo humano, una era panzotasa infernal con Alejita detrás caminando apenas y bamboleándose con su pansotasa que apenas cabía en la ropa. A pesar del colosal peso de su preñazo, las divinas Patitas Putas de Alejita seguían siendo perfectas, lo mismo que sus tobillos, y siempre me excitaron esas Patitas Ásperas con las que pronto aprendió a pajiame hasta sacarme acabotiadas que se las dejaban blancas a lechotazos. Al verla así, globotuda como una tremenda pelota de carne, le dije, admirándola como a la Diosa de los Preñazos: “Alejita, diosota preñuda! Estás divina, infernal! Tenés un preñe descomunal, reputísimo! Y el próximo te lo voy a hacer yo!” Alejita, con cara de provocadora, me contestó: “No, mi amor, si vos me hacés otro preñe, con lo lechudo que sos, me vas a llenar las entrañas de por lo menos cinco pendejitas haciéndome reventar a los tres meses del preñe! Yo solamente fabrico pendejitas, vos me harías por lo menos cinco si me preñás!” Y toda esa tarde me la cojí como nunca, divina como jamás vi a otra hembra, toda a****lmente en bolas, la reventé a cojidas toda la noche a los alaridos y me la seguí cojiendo hasta el mediodía siguiente, Alejita la Preñota era la puta más hermosa del planeta, una Hembrota de las cavernas, con un vientrote preñable capaz de llenar de pendejitas el mundo. Cuando ...