Mirando a Ana en el vestuario
Fecha: 19/08/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Sexo Interracial
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Mientras vivíamos en Los Angeles, un día Anita me convenció para acompañarla al gimnasio y ponerme un poco en forma.Ella había estado concurriendo desde hacía varios meses y dijo que una rutina de gimnasia sería buena para mi salud y mi cuerpo.Ana quería ganar un poco de resistencia y tornear un poco su cuerpo, ya que se estaba acercando a los cuarenta años. Yo la veía muy bien y no me parecía mal que se cuidara. Mi mujercita concurría a un gimnasio ubicado a mitad de camino entre nuestra casa y su oficina; por esa razón, el lugar era parte de su rutina por la mañana y la noche.Finalmente y ante su insistencia, me entusiasmé y comencé a concurrir con ella muy temprano por las mañanas, antes de encerrarme todo el día en mi oficina.Una mañana muy temprano me sorprendió encontrar a otra pareja entrenando.Nunca los había visto antes; era un matrimonio negro de edad mediana. El hombre era enorme, con un cuerpo musculoso que parecía tallado a mano. Ella era voluptuosa, pero su cuerpo estaba también muy bien trabajado por años de sudor…Esa mañana me dediqué a observar disimuladamente el cuerpo de esa mujer negra. En un momento sentí que me empezaba a crecer una leve erección mientras me deleitaba con la vista de sus muslos y sus gruesas nalgas apenas cubiertas por las calzas de gimnasia.Su esposo cruzó una mirada conmigo, como si supiera que yo estaba mirando a su mujer… Luego se fue a los vestuarios, mientras ella se cambió a otra máquina para continuar con otra rutina.Después de ...
estar un buen rato transpirando y hacienda grandes esfuerzos, noté que el salón estaba vacío. No había rastros de Ana ni de la pareja negra.Apenas entré al vestuario, comencé a oír unos gemidos algo apagados. Al acercarme, pude distinguir la voz de una mujer. Mi verga saltó repentinamente, pensando que podía sorprender a esa pareja negra teniendo sexo allí.Pero estaba totalmente equivocado. El negro musculoso estaba de pie, con sus shorts a la altura de los tobillos, exhibiendo una gigantesca serpiente oscura y rígida entre sus piernas. Pero lo peor de todo era que mi dulce Ana estaba de rodillas frente a él, mientras el negro sostenía la cabeza entrelazando sus dedos entre los rubios cabellos de mi esposa.Ella dijo: “Me encanta tu enorme verga negra…”Entonces entendí por qué mi dulce mujercita pasaba tanto tiempo en ese gimnasio.Me quedé allí espiando desde la puerta, mientras Ana luchaba por tragarse esa verga enorme hasta el fondo de su garganta. De pronto sentí un leve aliento sobre mi oído:“Te gusta mirar a mi macho mientras se coge a la puta de tu esposa…?En ese momento Anita la oyó y levantó su vista hacia mí, pero sin dejar de chupar y tragarse semejante pija negra. La mujer pasó detrás de mí y besó a su hombre, mientras él seguía empujando sus caderas y enterrándole su verga a mi esposa en la garganta. La mujer negra giró y me aseguró que yo iba a disfrutarlo…Su marido me miró y me dijo que me acercara. Anita entonces se sacó la verga negra de su boca, se levantó de ...