Tarde de puro sexo
Fecha: 17/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Sexo en Grupo
Autor: mary quant, Fuente: CuentoRelatos
... testículos colgando. Por instinto me apreté una teta y acaricié mi clítoris. Dije a mi misma: “¡todo eso me van a meter! ¡Cielos!” solo de verlo así, mi conchita comenzó a contraerse. Retiré la mano de mi pubis, el brassier cayó al piso. Con mis manos acaricié mis pezones, luego puse las manos debajo de mis tetas, se las ofrecí a Víctor. —¿Te gustan? –pregunté muy cachonda. —¡Claro! Son muy grandes, tal como las imaginé –me dijo, al momento que se sacó su trusa y pantalón, subiendo por completo a la cama. —Ven –me llamó– esta lista… —Acuéstate –le dije– primero me vas a comer la concha, tal como acordamos… Víctor obedeció. Se tendió a lo largo de la cama, colocando su cabeza sobre la almohada, sin dejar de observarme. Me paré sobre la cama, con mis pies a los lados de su cintura. Él clavó su mirada en mi concha. Con ambas manos separé mis labios vaginales para que viera todo mi sexo. Llevó su mano a su miembro y lo empezó a masturbar lentamente. —¡Que sexo tan sabroso tienes Mary! –me dijo tratando de penetrarme con su vista. —¿Te gusta? –lo abrí lo más que pude, ofreciéndoselo. —¡Mucho Mary! ¡Está muy jugoso! En efecto, mi vagina estaba muy mojada. Con mis dedos embarré alrededor de mi sexo mis jugos. Cuando toqué mi clítoris, pegué un pequeño grito. Que rico sentí tocar mi sexo. Acaricié mi clítoris y me metí un dedo en la vagina lo más profundo que pude. Jugué con mi dedo dentro de mi conchita. Con la otra mano separé mi muslo para que Víctor no perdiera detalle de mi ...
... dedeada. Su mano se movía muy rápido masturbando su miembro. Caminé para situarme exactamente arriba de su cara. Las manos de Víctor recorrieron mis piernas, desde mis tobillos hasta mis nalgas. Yo puse mis manos sobre la cabecera de la cama para detenerme. Él separó mis glúteos para observar mejor mi sexo. Sentí la punta de su dedo en la entradita de mi vagina. —¿Lo puedo meter? –me preguntó. Mi respuesta fue abrir más las piernas, cerrar los ojos y concentrarme en sentir su dedo dentro de mí. Con suavidad Víctor lo introdujo poco a poco. Lo metía y sacaba con mucho cuidado. —¿Así te masturbas, cuándo no tienes quien te coja? –me preguntó. —¡Sííííí! ¡Asíííííí! –le respondí sintiendo la llegada eminente de mi orgasmo. Ya no pude más, mi orgasmo llegó tremendo, la primera ola de placer ocurrió mientras dejaba caer mis nalgas sobre el pecho de Víctor. El retiró su dedo para tomar con sus manos mis nalgas. Abrí mis rodillas y acerqué mi sexo a su boca. La segunda ola de mi orgasmo coincidió con su lengua lamiendo mi clítoris. Esto aumentó mi placer, tuve el orgasmo más fuerte que jamás haya tenido. Estiré mis brazos sobre la cabecera de la cama para apoyarme y empujar con fuerza mi concha sobre la boca de Víctor. Él también estaba gozando comerme la concha. Me chupaba con fuerza y metía su lengua en mi vagina con muchas ganas. Restregué mi concha en su cara hasta que mi orgasmo terminó. Hice mi vista hacia abajo para verlo, tenía toda la nariz y mejillas mojadas con mis jugos. Así ...