1. de maestra a aprendiz


    Fecha: 16/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: RoOSs, Fuente: xHamster

    Empezamos a salir con una amiga que trabaja en la misma dependencia que yo y la describo brevemente, ella es blanca, mide 1.58 m de estatura, de tetas medianas y nalgas paraditas; por el tipo de trabajo, es alegre y platicadora pero seria en algunas cosas, por lo que es difícil platicar de otros temas en el trabajo. Cierto día, ella fue a preguntar con respecto a unos datos que se estaban solicitando y que dependían de mi área, por lo que me preguntó y en tono de broma, le indiqué que si quería, se los capturaba en persona pero mínimo, me acompañara al cine y a tomar un café.Ella aceptó y en esa ocasión, del cine nos fuimos a tomar unos cafés a Coyoacán y dentro de la plática, ella me comentó que ya estaba separada y que hacía mucho tiempo no se sentía bien con alguien pero que yo le había caído bien. Como respuesta, le pregunté si solo bien, me contestó que sí, que muy bien, que como amigos; en eso, me acerqué, diciéndole “me gustan tus labios” y la empecé a besar pero ella se quedó sacada de onda, aunque me correspondió y empezamos un gran faje en plena calle, así que le pregunté “y si te invitó a un hotel a pasar la tarde, ¿te gustaría?”.Después de pensarlo un rato y de platicar al respecto, accedió pero me confesó que tenía muchos nervios, que hacía como ocho meses que no tenía relaciones y a partir que se enteró que su esposo la engañó, decidió no tenerlas y le contesté que no había problema, que las cosas serían poco a poco hasta donde ella pudiera, o si quería solo ...
     hasta ahí. Un poco más tarde, estábamos entrando a un hotel sobre la calzada de Tlalpan y al llegar, nos indicaron el número de la habitación pero antes que entráramos, ya estaba con el pantalón a la mitad de las piernas y su blusa abierta completamente, además de estar súper mojada, cosa que pocas veces es tan notorio como con ella.Al estar bajando del carro, le empezaron a dar unos calambres de nervios, cosa que la verdad, me causó un poco de extrañeza y un poco de risa, así que le ayudé a acomodarse la ropa y subimos a la habitación, para que ella se calmara. Ya en el cuarto y después de un poco más de faje, le fui quitando nuevamente la ropa, su ropa interior estaba súper empapada, lo que al mismo tiempo, contrastaba con sus nervios. Lentamente, entre abrazos, besos y caricias, la fui despojando de su ropa, primero su blusa primero, después su pantalón hasta dejarla en ropa interior, luego le pregunté si ya estaba más tranquila y me respondió que sí.En ese momento, ella se transformó y dijo “quédate acostado” mientras se terminaba de bajar su ropa y se me subió, colocándose mi pene en la entrada de su vagina y deslizándolo sobre su clítoris, la forma en que su cara de niña buena se empezó a transformar en una mirada caliente, sexy, atrevida y deseosa de hacer el amor, fue impresionante. Entonces, se empezó a restregar mi verga hasta que de pronto, comenzó a gemir y a mojarse de una manera deliciosa, comenzaba a venirse y a restregarse con más fuerza, diciéndome “métemelo, ...
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