Marcelita
Fecha: 10/11/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Sucedió hace 3 años, yo, Manuel tenía 33 años, casado con Sofía, 2 hijos 1.70 de estatura, aspecto atlético, ejecutivo de un Banco y ella, mi vecina y amiga Marcelita, 29 años, casada con Enrique, 4 hijos, 1.65 de estatura, cabello castaño claro y largo, hermosa de cara, un culo que hacía las delicias de la calle. Su marido llevaba 9 meses cesante y estaba todo el día en la casa, peleando, discutiendo y molestando, dada su situación. Ella todo el día dedicada a sus hijos, 2 en el colegio y 2 pequeños, todo el día en la casa. La s conversaciones siempre giraban en torno a sus problemas económicos y esto parecía no tener solución y los estaba llevando a la separación, peleaban todos los días e incluso delante de terceros. Nos juntábamos siempre los fines de semana a comer en mi casa y yo discretamente la miraba, ya que estaba para matar y el marido no la tomaba en consideración. En varias oportunidades que conversamos en la plaza cuando llevábamos a los niños, me comentaba lo aburrida que estaba de la situación y que entre ellos nada pasaba, lo cual también me la había comentado Enrique. Yo no pensaba tirarme el salto, pero lo deseaba y no dejaba oportunidad d encontrármela en algún sitio. Un día, me llamó para que le ayudara a bajar unas cajas de su entretecho, ya que estaba ordenando y Enrique había ido a comer a casa de sus padres con los niños. Rápidamente me presente y comenzamos la tarea. Ella se subió a una escalera de aluminio y yo debajo recibía las cajas. Su cola ...
... quedó a la altura de mi cara y llegaba a sentir sus olores y veía como se le marcaba su calzón, lo cual me tenía muy caliente y soñaba con poder cogermela en ese momento, solos y con tiempo suficiente. Pensé en mi familia, la amistad y los problemas que me traería si me rechazaba y me arrepentí. Luego pensé que si no pasaba nada con su marido, sería materia de trabajarla y se calentaría, así que metí sin querer la mano y le toqué su entrepierna, ella no se inmutó y le pedí disculpas. Dude en seguir, pero me entró la calentura y me la jugué, subí un peldaño de la escala y le dije que quería ver como era el entretecho, y poco a poco fui subiendo hasta quedar pegado a su cola. Ella me miró y me dijo " parece que estamos un poco estrechos los dos aquí" le contesté que si le molestaba me bajaba a lo que me dijo que no.. La mire y la abrasé, sentí que no me rechazaba y nos besamos apasionadamente. Bajamos torpemente de la escalera y abajo comencé con las caricias, sentía como gemía, empecé a desabrochar sus pantalones y pude meter la mano bajo su calzón y tocar su vagina, la cual estaba muy mojada. Continué explorando por la cola y le propuse que fuéramos a una cama, antes que me contestará la tomé de la mano y la lleve a su dormitorio. Ahí comenzó a decir que no estaba bien lo que hacíamos y la amistad de nosotros, etc. Le pregunté si tenía ganas lo haríamos y sería nuestro gran secreto, además que no habría segunda oportunidad. Todo esto mientras me desvestía y seguía acariciándola. ...