Se me salió un pedo frente a mi jefe - Relatos Eróticos

Se me salió un pedo frente a mi jefe

para empezar soy del de efe me llamo paola y tengo 20 años, no soy un monumento sino sólo una "barbie" dicen que bonita pero al fin una "barbie" más. a mí no me gusta mi rostro aniñado pero a los hombres sí, mis "ojitos mentirosos", mi nariz recta, y mi boca chica con mis labios carnosos, el labio inferior en forma de corazón, un lunar en el mentón y otros atractivos que me ven, he tenido muchos novios y a los que más que querido 5 ó 6 les he dado el orto, pues con todo y que ya me desquintaron desde los 14 años, me gusta más por detrás al menos yo siento bien rico. hace un año y meses entré a trabajar de secretaria a una cía. de bienes raíces, ya que nomás estudié la prepa y algo de inglés. desde que vi a mi jefe un ing. que es gerente de inversiones, me dio un vuelco el corazón, es guapísimo como 15 cm más alto que yo de 1.63, pelo castaño más claro que el mío y quebrado, nariz aguileña y viril, barba cerrada, atlético lo que se dice un bombón. las otras 3 secretarias que estaban conmigo andaban re voladas por él, incluso era amante de la mayor como de 35 años y casada , el jefe tenía 48 años y también estaba casado. cuando me presentaron con él se me enchinó el cuerpo al estrechar ...

 su recia mano, y ante sus ojos castaños claros que atravesaron mis ojos café oscuro. cada que lo encontraba por los pasillos o cuando me mandaba llamar sentía sus miradas, sobre mi faz sobre mis pechitos esponjados y duros, sobre mi espigada cintura, y sobre mis paradas nalguitas, y yo siempre salía de su oficina echando chispas. hasta que se me salió el pedo, fue un viernes y el lunes me hice enferma del estómago para según justificar lo del pedo. un pedo es lo más natural, pero en lo personal me da pena que alguien me oiga aunque sea mujer, o mi madre o hermanas, se me hace chusco, ridículo y fuera de lugar, pero la necesidad me hizo regresar y enfrentarme a mi amor platónico. el día miércoles que me mandó llamar hasta me flaquearon las piernas, cuando entré a su oficina me habló como si nada hubiera pasado, y yo sonrojada no quería ni miralo a los ojos, pero sucedión lo que menos pensaba, me invitó a tomar un café fuera del trabajo, invitación que dudando pero acepté. a la primera invitación se sucedieron otras hasta que nos hicimos amantes y le entregué mi chocho y mi codiciado orto que es lo primero que me pidió, y hasta la fecha, gracias a ese pedo que se me salió me cogió mi jefe.