-
Capítulo XI: Cuento de Navidad.
Fecha: 13/08/2019, Categorías: Anal Fetichismo Masturbación Autor: Kraff30, Fuente: xHamster
Tan muerto como el clavo de una puerta.Así estaba el viejo Jacob Marley cuando se le apareció a su amigo Scrooge.Pero por muy muerto que estuviera Marley no se acercaba ni por lo más mínimo a lo muerta que se encontraba mi relación con Nuria. Y bien podría Dickens haber usado esa similitud para empezar a narrar su relato de navidad.Pero como diría Dickens en el símil se contiene el buen juicio de nuestros ancestros, y no serán mis manos impías las que lo alterenAsí que tan muerto como el clavo de una puerta.Hacia muchos años que no pensaba en ella, ni siquiera recordaba claramente su rostro ni esforzándome en hacerlo.Pero esa tarde sentado en la cafetería todo mi pasado volvió a mí. Todo lo que fue una vez volvió a ser. Y todo el deseo de poseerla y estar dentro de ella resurgió como el Fénix resurge de sus cenizas.24 de diciembre.De todas las tierras que he visitado, de todos los lugares en los que he estado, en tan solo en uno me he sentido como en casa.Nunca me ha importado residir en un sitio u otro de la geografía española, tengo gratos recuerdos y grandes amigos en muchos lugares, pero solo uno ha sido siempre mi hogar.Sobre las cuatro y media de la tarde habíamos terminado de comer y mientras cada uno se dedicaba a una tarea diferente ya fuera tomando café o tomando una copa, mientras los niños no paraban de trastear, correr y saltar por todos los lados y las mujeres hablando en la cocina, yo me encontraba sentado en uno de los sillones del salón contemplando todo ...
aquel gentío de gente que no paraba de circular a mí alrededor y absorto en mis pensamientos.Cuando de repente caí en la cuenta de que a mis pies se encontraba el gato. Sentado frente a mí, mirándome con sus grandes ojos azulados y con la cabeza ladeada.No paraba de mirarme mientras movía la punta de su cola.Este gato esta tonto. Pensé, y sonreí.Me levante del sillón y le dije a mi madre que me iba a tomar un café fuera, que tenia que revisar unos papeles del trabajo y que regresaría en unas horas.Recogí la carpeta con documentación y cuando salía por la puerta de casa escuche que alguien gritaba.- Eh, tu. Donde te crees que vas. Ven aquí.Y al girarme vi. que mi cuñada venia por el pasillo tras de mi.Iba a decirle donde me dirigía cunado ella se me adelantó.- Cierra corre que se escapa el gato.Y mirándome a los pies comprendí que antes no se había dirigido a mí si no al gato que me había seguido hasta la puerta.La cerré inmediatamente y el gato comenzó a restregarse entre mis piernas.- Casi se escapa el condenado. Ten cuidado cuando abras la puerta.- Si perdona no me había dado cuenta.- Conteste.- ¿A donde vas?.- A tomar café y a revisar unos documentos del trabajo.- ¿No puedes hacerlo arriba?.- Hay demasiado jaleo.- ¿Vas andando o en coche?.- En coche, ¿por?- Porque te he puesto el mió delante y no vas a poder salir. Espera que te lo quito en un momento.- Y se fue en busca de las llaves de su coche.Regreso al cabo de unos segundos agitando la llave en su mano derecha y dando ...