1. El diario de Claudia: cómo mamar una verga


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Transexuales Sexo Oral Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos

    sincera, me había vuelto una experta, logrando meterme el dildo de 30 cm por completo hasta el fondo de mi garganta y mantenerlo allí por hasta casi 15 segundos. Una hazaña que ahora sería de gran ayuda. Ahora que esa cabeza dura está suficientemente húmeda había llegado el momento de saborearla por completo. Miré a Frank directamente en los ojos, le di una sonrisa, abrí mi boca al máximo y sin pensarlo dos veces me lo tragué de un solo tiro: los 25 centímetros de carne negra y dura desaparecieron en el fondo de mi garganta. Mi mentón chocaba con sus bolas hinchadas de semen; cerré los ojos, aguanté la respiración y por caso 10 eternos segundos lo mantuve protegido dentro de mi boca. Me quedé sin aire así que tuve que dejarlo ir; al hacerlo, esa verga tan deliciosa quedó completamente bañada en una capa densa de mi saliva…ahora sí que estaba bien lubricada. Lo tomé con ambas manos, formando un anillo alrededor de la base, casi ahorcando ese delicioso pedazo de carne; dirigí mi mirada, muy sumisa, hacía Frank y empecé a mamarlo como si fuese la única verga en todo el puto universo: “¡Chupa y chupa, chúpalo más perra, mama como una verdadera puta maldita zorra…!” Su verga no dejaba de entrar y salir de mi boca…el movimiento se volvió casi rítmico: cuatro o cinco mamadas solo hasta la mitad del pene y luego, como un pájaro que se zambulle al agua, una chupada bien hasta el fondo, hasta que lastime mi garganta. De vez en cuando, mi lengua jugaba con su pieza: trataba de ...
     enrollarla como una serpiente, o la sobaba contra las venas hinchadas de sangre o alrededor de la cabeza dura de su pene. Todo este tiempo no dejaba de mirar sumisamente a Frank a los ojos. Él se retorcía de placer, gimiendo, diciéndome todo tipo de cosas “sucias”: “¡chupa perra! ¡mámalo más puta de mierda! Eso como que me alocaba más aún, quién sabe por qué. De pronto tomó mi cabeza con sus manos gigantes y él mismo empezó a hacerme mamar más rápido y profundo: me sentía como su mi boca fuese un martillo eléctrico – se movía de arriba abajo con frenesí, sin parar, ¡era simplemente alucinante! Si alguien hubiese filmado ese momento (¡oh sí por favor!) solo se vería ese pene negro apareciendo y desapareciendo en mi boca; Frank me empujaba tanto que ahora eran solo gargantas profundas unas tras otras – mi barbilla golpeaba con frenesí sus bolas duras… ¡no me había preparado para esto! Dejé de agarrar su verga (ahora completamente bañada en saliva espesa) y estiré mis brazos sobre su abdomen…cerré mis ojos y simplemente me dejé usar…mi boca era casi una vagina que estaba siendo violada brutalmente. Pero aún así, yo gozaba cada minuto de esa violación. En medio de esa “violación” pensé: “seguro en cualquier minuto sus bolsas de esperma van a explotar… ¿qué hago? ¿me la trago?” No sabía qué hacer, y en realidad ni siquiera me había puesto a pensar en eso cuando me puse de rodillas entre sus piernas. Frank seguía cogiendo mi cabeza (¡y mi garganta!) y pensé que necesitaba un minuto más para ...