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Entregando a Lorena 49
Fecha: 06/08/2019, Categorías: Anal Voyerismo Sexo en Grupo Autor: aristurman, Fuente: xHamster
Esa noche había sugerido a Lorena que cenáramos afuera. Ella se mostró muy complacida por no tener que cocinar ni lavar los platos y comentó que una amiga le había recomendado una especie de bar-restaurant que estaba situado en la misma esquina de nuestro edificio.La cena estuvo excelente y tanto Lorena como yo nos dedicamos a degustar unas copas de buen vino. En un momento me sentí algo mareado y por eso le dije a mi mujercita que iría hasta el baño a refrescarme la cara.Ella había bebido también mucho más de la cuenta; pero no parecía estar afectada por el exceso de alcohol. Apenas sus bellos ojos estaban un poco más brillantes de lo habitual y parecía algo somnolienta...Tardé un buen rato en el baño, pero no pude quitarme de encima esa odiosa modorra y pesadez que me había provocado ese excelente vino.Al salir del baño y entrar al salón principal, pude ver que Lorena se levantaba de su asiento; pero en vez de caminar erguida, se cayó casi de bruces sobre una mesa vecina, que estaba vacía.El dueño del local salió de detrás de la barra para asistir a mi esposa. Junto a él solamente había otros tres hombres; los únicos clientes que habían quedado a esa hora en un día de semana.Yo me detuve todavía algo mareado y me apoyé en una pared; viendo que en ese momento los hombres alzaban a mi esposa y la conducían casi desmayada a la trastienda. Decidí seguirlos para ver qué pasaba con ella.El dueño, que se llamaba José, volvió sobre sus pasos; cerró la puerta del local desde ...
... adentro y apagó algunas luces, colgando además el cartel de “cerrado”. Luego me ayudó a moverme desde la pared donde yo estaba apoyado y me condujo a la trastienda; para que no me perdiera ningún detalle del espectáculo que estaba por comenzar…En la trastienda, los otros tres hombres habían acostado a mi esposa de espaldas sobre una pesada mesa de algarrobo. Uno de ellos tomó el ruedo de su vestido y lo subió hasta casi el cuello de Lorena; dejando ver a los demás las turgentes y firmes tetas de mi delicada esposa. Ella se debatió un poco, pero la sujetaron con más firmeza y entonces dejó de resistirse…Yo contemplaba toda la escena como si estuviera alucinado; sin saber qué hacer. Los vahos de alcohol en mi cabeza no me permitían razonar…Pude ver que Lorena reaccionaba gimiendo y pateando en el aire.Le separaron los muslos y uno de los tipos se ubicó entre ellos.Sin perder tiempo le apartó a un lado la diminuta tanga de seda negra, dejando al descubierto su hermosa vulva, húmeda, sonrosada y apenas cubierta por una fina línea de vello púbico.El hombre situado entre los muslos de mi mujercita se bajó los pantalones, dejando ver un tremendo pedazo de pija ya bien endurecida y erecta…Entonces de repente, caí en la cuenta de que esos tipos iban a cogerse a mi mujercita allí mismo delante de mí; sin pedirme permiso y sin esperar que yo hiciera algo por evitarlo…El primer hombre comenzó a restregar su verga erecta sobre la vulva de Lorena, abriéndole muy suavemente los humedecidos labios ...