Volver a salir con mi mejor amiga
Fecha: 06/08/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: roberxl, Fuente: RelatosEróticos
... pobre se imaginaba que podía lograr algo conmigo. Ambos nos acercamos hasta una de las barras, y una vez pudimos hacernos algo de sitio, fue él quien pidió las consumiciones. Yo continuaba bailando de espaldas al tal Rober y de frente a la pista de baile, mientras esperaba a que nos sirviesen las consumiciones. Al poco tiempo, mi acompañante me sorprendió mientras bailaba, acercando la fría copa a la piel desnuda de mi brazo por la espalda a modo de gracia, con la intención de caer simpático. .-“Ten, espero que te guste” dijo tendiendo el gin-tónic para que lo aceptase con una sonrisa de oreja a oreja por mi reacción. Yo le devolví la sonrisa, a pesar de que no me había sentado nada bien notar el frió de la copa en mi piel. Mis pechos habían reaccionado poniéndose en punta de nuevo y creo que él se dio cuenta esta vez. .-“Es Martin Millers con Fever Tree y un poco de ginebra” dijo reclinándose un poco sobre mi cuerpo para que lograse escucharlo bien debido al volumen de la música, y haciendo referencia al gin-tónic, pero sobretodo sin perderse detalle de mi escote al inclinarse. Estaba claro que tenía la intención de tratar entablar una conversación conmigo. Yo volví a sonreír sin decir nada y dando el primer trago algo sedienta continúe bailando. .-“Es uno de mis preferidos, ¿te gusta?” me preguntó de nuevo reclinándose sobre mi cuello sin dejar de mirarme al escote. No me hizo ninguna gracia que me mirase las tetas de forma tan descarada, pero no tuve más remedio que ...
... contestarle. Al fin y al cabo me había invitado, era lo menos que podía hacer. Esta vez le dí un nuevo trago tratando de saborear y degustar el combinado. .-“Uhmm, es muy suave, apenas notas el alcohol, parece agua” le dije respondiendo a su pregunta, y tratando de ser lo suficientemente amable como para no parecer desagradecida. Mientras le respondía, me percaté de que el tío sabía perfectamente que el combinado entraba muy bien, efectivamente era muy refrescante, y que trataba de emborracharme tratando de que bebiese deprisa dado el calor en el ambiente. Además no dejaba de mirarme el escote y las tetas babeando. “Que táctica más ruin y que baboso” pensé para mí. Lo cierto es que el cuarentón continuó hablándome acerca de los distintos gin-tonics, y la infinidad de combinados que podían hacerse de un tiempo a esta parte. Rober aprovechaba el volumen de la música para acercarse a mí, reclinándose sobre mi cuello sin perder nunca la oportunidad de mirarme el escote, además aprovechaba cualquier empujón o situación para rozarse conmigo o acariciarme los brazos. Se las arreglaba para lograr que yo le siguiese inevitablemente la conversación. El primer gin-tónic lo bebimos relativamente rápido. El tipo enseguida se apresuró a pedir otra copa. Pude comprobar, como mientras esperaba en la barra a que le sirviesen las consumiciones, me repasaba de arriba abajo con la mirada. Se relamía, e incluso llegó a acomodarse el paquete inconscientemente por encima del pantalón. Por primera vez en ...