En prisión
Fecha: 30/07/2019,
Categorías:
No Consentido
Confesiones
Autor: M.Goles, Fuente: CuentoRelatos
... golpeteo de sus cuerpos contra el mío, y yo como niña chiquita soy el centro de toda la atención, todo se detiene en un momento, caigo fulminada sobre la cama de abajo, mis torturadores se quedan sentados a un lado. Levanto la mirada cuando veo a Julián, mirándome, sosteniendo su pene erecto, le hago una invitación abriendo mis piernas, le invito a entrar. E, me penetra con gran facilidad e inicia casi que un movimiento en círculos dentro de mí, delicada, suavemente. José y Diego contempla la escena y sus penes empiezan a reaccionar, me quedo viendo la herramienta de José, ya casi en todo su esplendor, por unos momentos quedo inmóvil al pensar que ese pene que era del doble de grueso y largo que el de mi novio me hubiese sodomizado, a mí que hasta ese entonces nunca había tenido relaciones anales. José y Diego se hacen cada uno al lado de mi cabeza, un poco maltrechos por la altura de la cama y me ofrecen a mi boca sus dos pedazos de carne. Yo inicio un juego chupándosela a uno mientras masturbo al otro, intercambiando con gran voracidad y rapidez. Primero José jadea, y se corre en mi boca y rostro, luego Diego repite la acción y por ultimo Julián que saca su pene de mi vagina y me da un completo baño completamente, mientas que yo contraigo con fuerzas mi cuerpo y me pierdo por completo por tercera vez. Los cuatro terminamos exhaustos sobre, la cama, unos minutos después me pasan una toalla para que me limpie, y mi ropa la cual me pongo rápidamente. Antes de salir José me ...
... toma del brazo y me dice al oído: “no regreses por aquí, este maricon ya te tiene negociada a otros grupos, me pasa un pequeño papel y agrega, mi número, por si necesitas algo, o si esta cosa te hace algo, miro al fondo y veo a Adrián que llora cual rata arrinconada. Salgo de la cárcel, agotada y con la mente hecha un torbellino, pero con una cosa en claro, no volver a este sitio. Ese día en ese momento, por los hechos aquí narrados, “enterré para siempre mi amor por Adrián”. Pasados unos 20 días Adrián sale libre, llega a la casa y trata de agredirme, yo le amenazo con llamar a José y este se va para no regresar más. Un mes después recibo una carta de José, donde me habla que tengo que estudiar, que abrió una cuenta bancaria a mi nombre y que mensualmente me consignara dinero. Al inicio no toque el dinero, pero José me seguía escribiendo, diciendo que le hubiese gustado conocerme en otras circunstancias; yo nunca le respondí y menos le llame, ya que su número lo bote el mismo día que me lo dio. Al pasar varios meses y al ir a ver la cuenta había una buena cantidad de dinero, inicie mis estudios y me mude a un mejor sector de la ciudad. Escribo esta carta a menos de un año de graduarme como contadora, porque hace tres días recibí la que sería la última carta desde la prisión, pero esta vez no era José el que me escribía, sino Diego, donde me pedía disculpas por escribirme, pero era que habían asesinado a José en prisión, que me escribía porque en ese lugar yo me había convertido ...