1. Mi marido es un gilipollas 2


    Fecha: 26/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Nuestro primer encuentro con Mauro fue tremendo. Como había dicho, fue tremendo como dejamos la cama y el olor nauseabundo, salí corriendo al servicio para aliviar mis intestinos, aunque ya lo había echo en la cama mientras Mauro me follaba por el culo. Mauro tenía todo su polla sucia de mis heces, yo me moría de la vergüenza, pero parecía que a él eso no le importaba, ya que estando yo sentada, me beso los labios antes de meterse a la ducha, "te espero y nos duchamos juntos?", me dijo, abriendo el grifo del agua, "no cariño, mejor dúchate tú que luego me ducho yo", le dije con la mirada fija en el suelo de la vergüenza que sentía por lo que me había pasado. Nos duchamos, salimos del hostal y subimos en mi coche, yo no decía nada, "relájate Marta, eso que te paso es normal, a muchas mujeres les pasa que se cagan cuando tienen sexo anal, es solo hasta que te acostumbres", me dijo, conciliador como siempre, pasando su mano por mi pierna, "y que haremos ahora?", le dije, poniendo rumbo a mi casa, "estoy deseando volver a tenerte toda desnuda en la cama y poder lamer todo tu cuerpo, volver a penetrar tu vagina y tu ano, volver a hacerte mi mujer", me dijo, dejando su mano entre mis piernas, acariciando mi coño, "realmente te a gustado estar con una vieja de 56 años como yo, de tetas caídas, con tripa, nada atractiva", seguí la charla, dejando que Mauro me acaricie el coño, "sos una mujer fantástica, la verdad que tu marido es un verdadero boludo por no saber como tratarte, me ...
    ... gustaría que vos y yo fuéramos amantes", me dijo, apretando fuerte mi coño, haciendo que gima de placer con su caricia, "es que el problema es que no se que decirle a mi marido para poder salir los lunes y que estemos juntos, aunque podemos hacer algo en la cocina del bar", le dije, apretando mis piernas con su mano en mi coño y teniendo que detener un poco el coche, ya que me estaba haciendo perder el control, "vas a aguantar que te la meta por el culo en la cocina?", me dijo, sacando su mano, y dejando que continúe la marcha, "no lo se, pero podemos intentarlo, aparte me la puedes meter por el coño, o me la enseñas a chupar", le dije, llegando a la parada del auto bus donde se bajo Mauro y yo seguí sola a mi casa, pensando en lo que habíamos echo y sintiendo como mi ano punzaba, en si estaba loca al darle a entender a Mauro que podíamos ser amantes, yo podía ser su madre, pero las cosas se daban así. Al otro día me fui al bar muy nerviosa, estaba deseando ver a Mauro, el bar en el centro deportivo lo abrimos a las diez de la mañana, pero el horario de llegar es entre las nueve y las nueve y media, antes no podemos, ya que cuando se desconecta la alarma le llega un mensaje al móvil de mi marido, Mauro ya estaba ahí aprontando todo, cuando nos vemos, se nos dibujo una sonrisa en los labios de cada uno de nosotros, lo saludo con dos besos, ya que las paredes son acristaladas menos las de la cocina, y como siempre hay gente caminando por ahí, no quería que nadie se diera cuenta de ...
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