Busco madura (2): La secretaria
Fecha: 26/07/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Infidelidad
Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
... asiento en el sofá. Se cruza de piernas, la falda sube exhibiendo buena parte de carne blanca del muslo. Miro el contenido, fotos de ella en lencería erótica, sonríe y hace comentarios como si fuera una documentación importarte. Pregunto si el original está tan bueno como la muestra impresa, dice que eso será un puto a considerar, jugamos el diálogo de una secretaria con su jefe, las sonrisas y mohines ponen la pimienta para condimentar el plato principal. - Pues ante la duda, será preciso ir la explicación “in situ” Descruza las piernas, sube bastante la falda, se levanta para subirla de atrás, hasta la cintura, la tanga blanca de encaje esta visible totalmente incrustada, “comida” por la raja y los vellos trigueños asomando por los flancos, acomoda para cubrirse, pero sola vuelve a dejarse comer por esa insaciable boca. Mientras ella, como si tal cosa, sigue hablando del documento, hago rodar el sillón hasta situarme frente de ella, junta las piernas, mi mano las separa, ahora tengo otra vez la visión privilegiada de su sexo peludo comiéndose la tanga. Vuelve a tocarse y juntarlas, inquieta y excitada, todo su cuerpo dice que está caliente, sobre todo sus labios y los ojos, acaricia el vientre abre las piernas, habla y habla de trabajo. Abrí la bragueta, saqué el miembro, pajeándolo delante de ella. Se sube la falda un poco más allá de la cintura, gira para que vea todo el conjunto, sin perderse uno solo de mis movimientos, con tres cuartos de perfil izquierdo, engancha ...
... la cintura de la tanga en los pulgares y comienza a bajarla, despacio, hasta la entre pierna, un poco más y ofreciéndome el primer plano de su culo, inclina levemente para que vea los labios peluditos y el ano. Mira mi expresión y vuelve a subirla, sonríe todo el tiempo jugando al histeriqueo visual, bajarla nuevamente y deshacerse de ella con los pies. Reclinarse abriendo las piernas para que la vagina domine el escenario, los mohines y gestos son la vívida expresión de la lujuria, la mano separa los vellos, abre los labios para invitar con el rosado interior. La gestualidad provocativa, sus boca da gemidos, los labios invitan, la boca vertical aletea desafía ser comida de un bocado. Acepto el reto, inclino sobre su sexo para un tibio beso, desafía, un segundo beso menos tibio, vuelve a desafiarme, entonces el beso abarca el clítoris y parte de los labios. Sigue incitando, me inclino para comérsela de un bocado, lamerla hasta dejarla sin aliento, con los ojos dados vueltas y boqueando para poder respirar, las manos aferradas al asiento para resistir el embate arrollador de mis lamidas sin solución de continuidad. Acosando su sexo, abriendo los labios, entrando la lengua hasta el límite. De pie, entre sus piernas, masturbo la verga bien dura, con su palma sostiene los testículos, juega con hacerse rogar para que me lo bese. Un beso lánguido y la mirada seductora e incitante, las primeras lamidas fueron como de compromiso, haciéndose la difícil, para que se la apremie a tomar ...