La vida cotidiana de la señora Angélica
Fecha: 24/07/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Infidelidad
Autor: CuentaHistorias, Fuente: CuentoRelatos
... estaba embobada en el celular. Me vestí con un pantalón blanco ajustado y una blusa negra con unos tacones negros. Nos quedamos a ver en un antro y al vernos nos saludamos. -Qué guapa te vez Angélica. -Gracias Ricardo –respondí al entrar al Antro. Entramos al antro y rápidamente me pidió una bebida, comenzamos hablar y nos fuimos a bailar. En medio de la pista de baile lentamente se acercó a mí y me beso. -¡Ricardo detente! –dije tratando de separarme de él. Me sujeto de nuevo con sus brazos acercándome a él. -Yo sé lo que te hace falta Angélica –contesto al momento de besarme otra vez- y yo te puedo dar lo que necesitas. Trate de resistirme pero nuevamente me beso, llevo una de sus manos a mis nalgas y me las estrujo fuertemente. -Andas necesitada de macho Angélica –dijo al momento de colocar mi mano sobre su pene– y creo que puedo ayudarte. Me quede sin palabra al sentir su enorme miembro en mi mano. Pagamos la cuenta y me llevo a un motel. En todo el trayecto nos fuimos besando y acariciando. Llegando al motel rápidamente se fue despojando de su ropa, tenía un cuerpo bastante musculoso y trabajado. Se quitó su camisa e inmediatamente me abrazó con mucha efusividad y comenzamos a besarnos, fue un beso muy, yo estaba muy entregada y caliente. Inicio a darme besos por todo mi cuello, me empecé a excitar con cada beso y caricia que Ricardo me daba. Me levanto entre sus brazos y me llevo a la cama, coloco sus manos en mis piernas acariciándolas hasta llegar al botón de mi ...
... pantalón, me lo desabrocho quitándomelo de golpe quedando en bragas. Sentí mis bragas mojadas por lo caliente que estaba. El comenzó a bajar el cierre de su pantalón y me ordeno que le bajara el pantalón. Le baje su pantalones y apareció frente a mí cara su pene enorme, era casi el doble de grande que el de mi marido. Me pido que se lo chupara, lo introduje en mi boca y comencé a mamárselo, su pene fue despertando en mi boca y yo seguía chupándoselo una y otra vez sin parar. Coloco mis manos en su abdomen marcado y empecé a acariciarlo. Su pene creció tanto que sentí que me ahogaba, pare de chupárselo y coloque mi mano sobre su verga masturbándolo suavemente. Puede observar su pene erecto y con facilidad superaba los 20 centímetros, aunque no estoy segura de cuanto le media en realidad. Me quito mi blusa y me bajo las bragas todas mojadas, me volteo en la cama poniéndome en la posición del perrito, me dio una nalgada y me dijo que tenía un culo de primera. Me sorprendió un poco su agresividad. Puso sus manos en mi cintura sujetándome con fuerza y lentamente comenzó a penetrarme, me introdujo todo su pene con gran facilidad, llevaba mucho tiempo sin hombre y mi vagina estaba lista para recibir uno. Sentí todo su enorme pene abrirse pasa dentro de mí, se detuvo un momento para luego emprender el movimiento de sus caderas. Deje escapar pequeños gemidos con cada embestida que me daba. Ricardo estaba como loco mirando mis nalgas aumentando el ritmo de sus caderas. Era tan delicioso ...