La barbacoa y la pareja en llamas. Parte 1
Fecha: 19/07/2019,
Categorías:
Confesiones
Erotismo y Amor
Autor: Kösem, Fuente: CuentoRelatos
apretado culo, y calculando prácticamente a ciegas, dejo caer un hilo de saliva de su boca sobre él, con tan buena puntería, o suerte, quien sabe, que este cayó justo lubricando mi ano. Inmediatamente introdujo mis dedos dentro. No lo hizo suavemente, lo hizo de forma rápida y hasta brusca, lo que provoco que lanzara un excitante sonido entre dolor y placer. Omar comenzó a penetrarme el culo con sus dedos, rápida y profundamente, mientras con otro penetraba mi vagina, y usaba su otra mano para nalguearme. Comenzó a dolerme, por las nalgueadas previas, pero me gustaba, y él lo sabía porque no habían pasado más de 3 minutos y ya tenía sus dedos introducidos completamente en mi apretado ano. Y mi vagina cada vez se mojaba más y palpitaba más. Me masturbo por el culo, un buen rato, y solo se detenía para cambiar de lugar sus dedos, desde el culo a mi vagina, o para dármelos a saborear, y su favorito, solo los sacaba, para abrirme las nalgas con sus dos manos y dejar caer su saliva sobre mi culo. Me hice un poco más atrás, aún en la misma posición, pero ahora, mi cara quedaba a la altura de su miembro, que para ese entonces estaba dura, y exclamaba mi atención, algo que ...
rápidamente aproveche al sacarlo de su pantalón, y meterlo en mi boca, Omar retiro sus dedos dentro de mi, pero continuo masajeando mi culo con su mano derecha, y con la izquierda tomo su teléfono y comenzó a grabar la escena. Mientras yo le comía su polla de arriba abajo, sin dejar ningún centímetro por lamer. Los dos estábamos demasiado calientes, lo que produjo el inevitable momento, producto de mi deliciosa mamada, eyaculo 7 chorros de semen en mi boca, y a pesar de que mi pene estaba prácticamente en mi garganta, trague todo sin ningún problema. Continué chupando un par de segundos más, hasta que levante la cabeza y me sentaste a tu lado. Estuvimos así un momento breve, pero que para nosotros parecía toda una eternidad, y acercándome a tu oído, te dije “¿Te gusta lo putita que soy?”. A lo que Omar respondió “Eres mi perra y me encanta”. Nos besamos, me acomode la ropa interior y me saque el short, lo guarde en mi cartera, y nos fuimos a conversar como si nada hubiese pasado junto al resto de la gente alrededor del fuego de la barbacoa. Aunque yo quería más, y algo en su voz me decía que él también. Continuará... Hola, espero les guste, leo sus comentarios y sugerencias.