1. Sumisa en la playa


    Fecha: 07/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... que me tumbara boca arriba, para que él pudiera pasarme crema por mis tetas. Su tono de voz un poco autoritario me tensó, provocándome una ligera excitación, que se tradujo en una incipiente humedad extra entre mis muslos. Sentí que necesitaba obedecerlo.Como yo me había quedado casi petrificada y muda, él apoyó sus manos en mis hombros y me empujó levemente hacia abajo, invitándome a tumbarme. Lo hice sobre la toalla, tal como me lo había ordenado.Tomó el pote de crema humectante y se sentó a horcajadas en mi vientre. Comenzó a desparramar la crema con sus dedos, desde mi cintura hasta mi cuello, mientras me masajeaba las tetas, que ahora ya tenían otra vez los pezones bien erectos… Yo cerré los ojos para disfrutarlo bien.“Parece que al cornudo de tu marido no le importa que te ponga las manos encima…” Me dijo riéndose.Abrí los ojos y levanté mi cabeza, viendo que Víctor miraba desde lejos…Yo podía sentir, sobre la tela de algodón de mi tanga, el tremendo bulto del tipo, que crecía cada vez más, a medida que manoseaba mi cuerpo…De repente se puso de rodillas a un lado y sentí sus dedos masajeando mis pantorrillas, para luego pasar a mis muslos. Instintivamente, yo abrí apenas mis muslos para facilitar el masaje. El hombre agradeció el gesto.“Ya te estás abriendo de piernas, perra? Es un poco pronto todavía…”Una aguda risa que salió de mis labios respondió por mí.Entonces tomó los bordes de mi breve tanga y los introdujo entre mis cachetes, como si fuera un hilo ...
    ... dental. Sentí la tela hundiéndose entre mis labios vaginales y ya me humedecí del todo. Además, me daba la sensación de estar completamente desnuda frente a ese desconocido.Después sentí sus manos en mis glúteos. El muy turro lo hacía muy bien. Lo hacía con destreza, calentándome y haciéndome disfrutar mucho... Estuvo unos minutos acariciando y masajeando mi culo con la crema.Entonces, con su voz bien firme y decidida, que me hizo temblar, dijo:“Basta de juegos, date la vuelta, que voy a tocar esas tetas de perra…”De nuevo, su orden me estremeció. Obviamente, desde el principio, yo sabía que el masaje acabaría así, pero no estaba muy consciente de ello.Cuando recibí su indicación, un nuevo latigazo de humedad retumbó entre mis muslos… Me di la vuelta, como se me había ordenado, ofreciéndole mis tetas; a la vez que le sonreía, mientras observaba los preparativos…Se aplicó crema en las manos, con una mirada de triunfo total en sus ojos. Acercó sus manos a mis tetas y comenzó a acariciarlas con suavidad. No pude evitar cerrar los ojos y lanzar un gemido apagado. El contacto de sus dedos sobre mis pezones terminó por endurecerlos…Unos segundos después oí una voz conocida, muy conocida…“Che, qué estamos haciendo…?”Abrí los ojos y vi a Víctor de pie frente a nosotros. El desconocido ni siquiera detuvo el movimiento de sus manos. Continuó acariciando mis tetas, mientras le respondía a mi esposo sin siquiera mirarlo...“Es algo bastante obvio. Le estoy metiendo mano a la puta de tu ...