Vaya jugada... - Relatos Eróticos

Vaya jugada...

... su humedad y sus pelillos. Notaba sus labios. Ella se dejaba hacer. Le dije que queria verselo, y me situe frente a ella. Se quito las bragas y cerro las piernas, con pudor. Yo se las separe y su raja aparecio frente a mi, con bastante vello. Lo tenia muy humedo, y los labios menores no se le veian de lo cerradito que estaba. Le empece a pasar el dedo por la raja, y ella respondia con gemidos. Por fin se estaba relajando. Entonces ocurrio algo con lo que no contaba.... Unos gruñidos a mi espalda me indicaron que algo no iba bien. Al girarme vi a dos perrazos inmensos. Eran como pastores alemanes cruzados con algun otro perro grande, con el pelo corto y oscuro. Yo me movi despacio para dejar de darles la espalda y me fui situando al lado de Paula, que estaba aterrorizada echada en el suelo y con las piernas abiertas. Le dije que se fuera moviendo despacio hacia atrás, pero los perros se aproximaron un poco y empezaron a olernos a cierta distancia. Parecian atraídos por nuestros pies, hasta que uno de los perros avanzo un par de pasos y metio su nariz entre las piernas de Paula. Yo pense que me moriria si el perro la mordia alli. La olisqueo un momento, y acto seguido saco la lengua y le pego un lametazo. Paula dio un respingo, pensando que le habia mordido, momento en que los dos hicimos ademan de escaparnos. Yo lo consegui porque me habia quitado los pantalones y los calzoncillos, pero Paula tenia las bragas en los tobillos, lo que hizo que al levantarse volviera a caer de ...

... bruces al suelo. Para frenar la caida llevo sus manos al pecho, de tal forma que quedo de rodillas en el suelo y con la cabeza pegada al suelo tambien. Los perros ladraron y se abalanzaron sobre nosotros. Yo corri unos metros y el perro me dejo. A Paula la seguia oliendo el otro, en concreto oliendo su trasero, que quedaba totalmente expuesto. Ella gemia, en estado de shock y aterrorizada. Los dos perros se unieron oliendo las partes de Paula. Vi con horror como uno de ellos empezaba a "sacar" su verga de la funda (los perros tienen una funda con pelos donde alojan la verga mientras no la usan). Imagine lo que iba a ocurrir. Al igual que a mi me calentaba, los efluvios de Paula calentaban a los perros, porque igual les recordaba a sus hembras. He leido después que las mujeres los atraen mas cuando estan con la regla, y a Paula se le habia cortado la regla ese mismo dia. Las vergas de los perros me empezaron a parecer realmente peligrosas, y le gritaba a Paula que se moviera, que se tirara al suelo, aunque ella ni se movia, totalmente paralizada por el terror. Uno de los perros, el mas grande, empezo a subírsele por detrás. Era torpe y se ponia en un lado o en otro, pero no s peonía justo detrás de ella. Yo veia la verga del perro por encima del culo de Paula. Era mas larga que la mia, aunque menos gorda. Luego me entere que a los perros se les hincha dentro de la vagina. El perro termino por situarse bien y empezo a culear. Yo veia aparecer y desaparecer su polla por encima y ...