1. Un mamading inexperado.


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Sexo oral Autor: toulouse, Fuente: RelatosEróticos

    La noche había sido bastante normal, hasta la hora de cerrar. Me tocó invitar a algunos clientes a abandonar el local para poder cerrar. Justamente quedaba solo un grupo de tres chicas de unos 30 años. Las cuales no debería ser muy complicado el despacharlas porque ya no son unas veinteañeras locas que vayan de desfase total. Según les digo de irse, como a todo el mundo, se hacen las remolonas y se intentan quedar más rato. Sin más preámbulo, son ellas las que me proponen jugar al mamanding. Como yo estaba solo en el local y a nadie le amarga un dulce, acepté. (tampoco pensaba que se fueran a lanzar a hacerlo de verdad) Salí de la barra y me quede en medio. Según me fui a desabrochar el pantalón ellas me dijeron que no, que yo no hiciera nada, que ellas lo hacían todo. La que parecía la más lanzada miró a sus amigas y les dio un beso en la boca de forma muy pasional, a continuación se acercó a mi y sin dejar de mirarme a la cara con ojos de deseo, me desabrochó los pantalones y me los bajó. Cogió mi pene con suavidad y empezó a darle pequeños besos a modo de caricias. Rápidamente mi pene cogió forma y dureza. Ella pasó de los dulces besos a lamer todo lo largo de mi miembro. Después de esto, invitó a sus amigas a probarla mientras ellas estaban mirando desde unos pasos más atrás. Esta primera chica, me agarró la polla con su mano y se la ofreció primero a una de sus amigas. Una rubia que ciertamente tenia pinta de ser una chica fácil. Esta rubia no se anduvo con tonterías y ...
     se introdujo todo mi miembro en la boca. Lentamente se lo fue sacando poco a poco mientras ponía morritos. Tal cual terminó, le pasó mi polla a la otra chica que hizo exactamente lo mismo. Entonces cogió la iniciativa la rubia. Acerco su cara mi polla y empezó a jugar con su lengua por la base de mi pene sin llegar a los testículos. Las otras dos chicas la miraban con ansias y deseos a la vez que no paraban de salivar. En cuanto la rubia se paso a meterse mis testículos en la boca, la primera chica se puso a pasar su lengua por mi glande. El juego de tener dos bocas a la vez dándome placer era todo una cascada de sensaciones, no podía identificar exactamente que me daba más placer, pero la suma era tremendamente excitante. El siguiente paso de tener las tres chicas disfrutando a la vez de mi polla, fue todo una experiencia. Juntaron sus bocas lo más que pudieron y yo simplemente movía mi polla de un lado para otro. Ellas como si de serpientes se tratasen, sacan sus lenguas para buscar mi polla. Uno de los momentos más excitantes y de mayor placer fue cuando se colocaron una a cada lado y otra en frente. La de los lados abrían sus bocas y yo introducía mi miembro entre sus bocas. Era como si cada una me comiera media polla. Cada una su lado y con su propia técnica. A la vez que la tercera chica se quedaba con la punta de la polla y que también se la comía. Yo no me pude resistir a eso y dejé que ellas hicieran todo. Era un mundo de placer indescriptible, por la base del pene ...
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