Un viaje que cumplió mi fantasía más pecaminosa
Fecha: 11/07/2019,
Categorías:
Confesiones
Sexo en Grupo
Autor: dalo85, Fuente: CuentoRelatos
Después de pasar la noche con mi amigovio Daniel, donde tuve una bonita experiencia sexual, al ser poseída en su departamento con vista al mar, llegué por las 5:30am al hotel, donde enseguida me quité mi vestido, desnuda, adolorida de mi vagina, me acosté en mi cama, quedándome dormida. Amanecí y sin darme cuenta, era mi último día en Puerto Rico, así que yo, Alfonsina Roberzzi, decide más que nunca a pasárselo bien, ya que, muy temprano al otro día, partía rumbo al segundo destino del paquete turístico, Miami, sin pensarlo, tipo 11am, me llama al hotel mi amante, Daniel, como era feriado, estaba libre la mañana, me invitó a pasar la tarde con él, pero no en una ciudad, sino en su Yate, si en un Yate, nunca en mi vida me había subido ahí, y menos para pasar todo el día, antes de despedirme, me dijo que me pusiera el mejor traje de baño, y colgó. Estaba arreglándome, busqué un traje de baño, acorde a mi, como llevé 3, todos de 2 piezas, con tanga incluida, metí esos, cuando a mi habitación llegó el botones, a entregarme un paquete, con intriga, lo acepté, le di su propina, cerré la puerta con llave, abrí el paquete, dentro de ella estaba un traje hermoso de baño, rosado, con encaje, tenía una especie de microtanga y era hilo dental, me preguntaba: Yo: Una señora como yo, a mi edad (47), ponerme hilo dental? Pero más me inundó el morbo que la prudencia, y también tenía una nota que decía “Quiero que lo lleves puesto, para nuestro encuentro, espero que te guste. Besos”, con ...
... todo, me lo puse al traje, junto con mi vestido floreado tipo flowy, con faldita floja, que en la parte delantera llega a la altura de mis rodillas, su parte trasera llega hasta un poco más arriba de los tobillos, asegurado con un cinturón de la misma tela del vestido, me gustó mucho como iba, claro, debajo del vestido llevé puesto el traje de baño nuevo, fui a la playa, en tipo 13;00, lo encontré a Daniel, nos saludamos con un beso apasionado, y como toda pareja, cogidos de la mano, caminamos por toda la playa, no dejaba de recorrer con su mirada mi cuerpito, cuando llegamos al muelle, me describió su Yate, era lujoso, nos subimos al yate, y fuimos a recorrer el puerto, la bahía, la playa. Estando lejos de la bahía, Daniel se sacó su camiseta, mostrando su piel canela oscura, dejando expuesto su torso trabajado, se quita su bermuda, quedando en malla, tipo tanga, se nota su verga grande, que no quité mirada de él, se puso a broncear, mientras tomaba baños de sol, decidí hacer lo mismo, desabroché mi flowy, quedé con mi traje diminuto de baño, me puse bronceador en mi piel, lo untaba en mis piernas, brazos, pechos, cara, pero no podía hacerlo en mi espalda, sin llamarlo, atrás mío se puso Daniel, besaba mi cuello, y me dijo: Daniel: ¿quieres mi cosita que te ponga bronceador en tu espaldita? Yo: claro amor, ponme en mi espalda, y también ponme algo más... Me acosté en mi toalla, desabroché mi sujetador, y sentí sus grandes y cálidas manos frotando mi espalda, con mi bronceador, ...