Gemelos
Fecha: 07/07/2019,
Categorías:
Anal
Fetichismo
Gays
Autor: jmbig, Fuente: xHamster
Gus y yo, Fer, somos idénticos....bueno, casi idénticos. Hoy tenemos 18 años. Nuestras insignificantes diferencias no están a la vista de todos, las descubrimos más tarde. Gus tiene un pequeño lunar en la espalda que yo no tengo y yo tengo uno similar cerca de la cadera izquierda.Para el común de la gente siempre fuimos “dos gotas de agua”. Nacimos en una familia acomodada, rubios, de cabello ensortijado, ojos de un azul celeste acerado y con unos rasgos muy lindos a los ojos de todos.De pequeños a nuestros padres les agradaba vestirnos de manera idéntica, como es común con los o bien alternando los colores de nuestras prendas. Éramos el punto de atención de muchas personas. Era cosa habitual que les solicitaran a nuestros padres que participáramos en desfiles de modas benéficos en la escuela privada a la que concurríamos.Desde que tenemos memoria compartimos con Gus nuestra habitación, que tiene su propio sanitario, ya que la de nuestros padres tiene el suyo en suite.Es así que desde el principio nos acostumbramos a vernos totalmente desnudos como cosa habitual.Nuestros padres son socios de un club náutico y poseen un velero con el que desde pequeños nos llevan a pasear por el lago que está en las cercanías. En medio del lago hay un islote que visitamos asiduamente. Es el lugar del picnic familiar los días en que salimos a navegar. Lo consideramos “nuestra isla”, ya que casi nadie lo visita.Cuando cumplimos los 14 años nuestro padre nos inscribió en una de las disciplinas ...
... del club para que practicáramos kayak. Nos compró uno a cada uno y comenzamos a asistir a las prácticas.La actividad física, sumada a la escolaridad hacía que llegáramos a la noche totalmente rendidos y nos fuéramos a dormir sin reparos.La práctica del deporte desarrolló muy bien nuestros cuerpos. A los 16 años todos nos daban al menos dos años más de edad a lo que tal vez ayudaba nuestra estatura y nuestro buen desarrollo.Nuestra rutina era salir los fines de semana a cenar y a bailar con un grupo de amigos para despejarnos de tanto estudio y deporte. Teníamos muy buena aceptación en el grupo y con las chicas que nos acompañaban, pero por una razón u otra a los 17 aún éramos vírgenes.Ocurrió que un viernes se desató una tormenta al regresar de nuestra práctica náutica y llegamos a casa muy mojados. Este hecho desarmó nuestros planes de salida para esa noche, de modo que tomando las cosas como venían, nos duchamos, cenamos en casa, vimos la tele y nos dispusimos a descansar.Al rato de estar dormitando recobré totalmente la conciencia y me encontré despierto a la mad**gada. En la otra cama Gus dormitaba totalmente relajado. En la semipenumbra de la habitación comencé a observarlo como nunca lo había hecho. Era hermoso. Su piel estaba bronceada por la vida al aire libre, sus músculos marcados por el deporte, pero sin la exageración de los gimnasios, sus rasgos se me asemejaron a los de un dios griego.Tuve un súbito impulso y me dejé llevar por él. Salí de mi cama y me introduje ...