Inmigrante (05)
Fecha: 04/07/2019,
Categorías:
Infidelidad
Grandes Series,
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... estupendo, si solamente es una fuerte amistad, también estupendo. En ambos casos, podría seguir adelante. Pero si no conseguimos llevarnos bien, abandonaré todo y cancelaremos el contrato. ¿Crees que es buena idea? ¿Estarías dispuesto a llevarla a cabo conmigo o tienes otros planes? -Como te he dicho, estoy dispuesto a aceptar lo que digas y te apoyaré en la medida de mis posibilidades. Lo de mantener una relación, tampoco entraba en mis planes, aunque puedo cambiarlos, pero te debo mucho para negarme. Y si el premio eres tú… No puedo poner pegas. -No hace falta que me halagues, sé cómo soy. -No son halagos, es la realidad. ¿Qué te parece si el próximo sábado que tenga fiesta comemos y pasamos la tarde juntos? Puestos de acuerdo, pensé que tendría que luchar contra su frialdad y para empezar le pedí que nos abrazásemos. Fue lo único que se me ocurrió. Nos pusimos de pie y nos abrazamos, y tengo que reconocer que me gustó. Su proximidad no me la puso dura, aunque tuvo un intento que no llegó a nada, achacado a que me había corrido un poco antes. Acaricié su espalda sobre la ropa, una fina camisa abotonada delante, sin bajar de los riñones y sin llegar a los hombros. No sé si ella deseaba algo más, pero yo no avancé y ella no se insinuó. Un par de minutos después nos separamos y volvimos a la sala. Estuvo sentada en un rincón de la barra hasta que cerramos. De vez en cuando me acercaba, según me permitía el trabajo para hablar con ella. Tres veces vi que se le acercaba el ...
... camarero que se la llevaba a la cama, o mejor dicho, el que iba a su cama. Y no me gustó. En la universidad había salido con chicas con las que practicábamos el sexo en grupo, e incluso en bukakes, sin haber sentido nada, y ahora, una conversación me estaba molestando ¿serían celos? A media noche se fue a casa y ya no volvimos a vernos hasta un mes después, que volvían a coincidir mis festivos en fin de semana. Pero eso no fue obstáculo para que estuviese perdiendo el tiempo. Incluso hubo sorpresas. El mismo lunes me llamó Marisa para decirme que me necesitaba urgentemente, que ya no podía aguantar más. La cité en el piso sobre el local y allí fui antes de empezar a trabajar. Ya nada más cerrar la puerta, saltó sobre mi boca, comiéndomela con avaricia, mientras sus manos iban directas a mi pantalón, que junto a la camisa y zapatos, fueron quedando por el camino hasta la cama. Empujó sobre mis hombros para hacerme caer de espaldas sobre ella, con los pies colgando sobre el borde, para que la viese mientras se quitaba el vestido y aparecía ante mí totalmente desnuda. -Mira, como a ti te gusta, sin ropa interior y con el coño depilado. -¿Cómo te has enterado? -Ayer estaba con Marta cuando la llamaste. Me puso muy celosa que la llamases a ella y a mí no, pero esta mañana, los celos se han convertido en deseo. No veía la hora de encontrarme contigo. Señalé mi polla con un gesto que ella entendió a la primera, arrodillándose entre mis piernas y tomándola con la mano para pajearla un par ...