CONFESIONES
Fecha: 28/06/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... fuerte de la historia, me serví un refresco, le ofrecí otro a él y volví a mi asiento, el prosiguió - Guau! qué mujer… mi gordita compartía sus labios y su lengua con los míos y con los mellizos, de a uno en uno y en ese momento era solo uno de los tres hombres que iban a cogerla. Si bien para ella nunca fue importante el tamaño, noté que mis compañeros de turno estaban muy bien dotados, ella no perdió el tiempo y apretando sus tetas puso u verga al medio de ellas y jugó masturbándola, no se imagina que tetas hermosas que tiene! Son de este tamaño! Haciendo un gesto con sus manos me dio la idea de unos pechos enormes, yo escuchaba intrigada - Sigo, yo tenía la verga dura de calentura, disfrutando lo que hacía, entonces ella comenzó a lamerlos a ambos, uno a su derecha y el otro a su izquierda, había pelado las dos vergas dejando las cabezas expuestas, los mellizos acosaban su boca y veía como su lengua viperina buscaba inquieta todos los recovecos de esos glandes calientes, notando como estaba me ordenó que me tirara entre sus piernas y lamiera sus genitales, yo hervía, me acomodé en su intimidad y lamí con locura su vagina, estaba toda húmeda, empapada, seguí sin tregua, la sentí venir, la aferré con mis brazos por sus muslos y la sentí retorcerse en gritos de placer, agitada, transpirada, la muy puta… Mi paciente siguió narrando con lujo de detalles esta historia increíble, cada paso que avanzaba lograba meterme más y más en el relato, haciéndome olvidar mi relación ...
... profesional con el paciente… - Los mellizos habían alternado sus vergas entre la vagina y la boca de Florencia, en ese momento yo era un espectador de lujo, en una actitud un tanto pasiva, apenas participaba si ella lo requería, pero lo cierto es que mi amada se perdía con esos dos extraños, y sabe lo que hizo? - No, no se… lo escucho… - Ella estaba de costado, con su trasero un tanto parado, uno se la cogía y al otro se la mamaba, entonces soltó la verga de su boca y mirando al otro le pidió que se la metiera en el culo…. imagínese, jamás me dejó que se lo hiciera por atrás, que no le gusta, que le duele, que es sucio… pero solo conmigo, a los extraños siempre le da la cola, solo para enloquecerme, y sabe que? La verdad es que no quiero que me la de nunca! porque desear en mi propia esposa lo que le da a cualquiera realmente me hace volar la cabeza!, me puede!, me pone loco y me enciende. El sentir sus quejidos de placer cuando le rompen el culo, mirar a sus ojos cuando ella me mira, ver sus labios que apenas pueden contener los quejidos mientras están saboreando nuevamente al otro pene… Esta historia me podía, el seguía relatando, dado que el no me miraba, mi mano ya no acariciaba la gargantilla, sino que había bajado tocando la tela de mi camisa, sintiendo los pezones duros como botones, mis muslos se habían relajado, mi vagina se había mojado y mi clítoris latía en lo profundo de mi ser, sentía deseos incontrolables de tocarme… - Sabe como terminó todo? Florencia había dejado de ...