Un viaje inolvidable - Relatos Eróticos

Un viaje inolvidable

... era de noche, ella repentinamente tomo de mi mano y hablando español pero con su asentó característico brasileño (que por cierto me encantaba su voz) dijo: vamos a otro lado, un sitio más discreto y como mi marido me deposito en la tarjeta, ahora me toca a mí. Fuimos a uno de esos hoteles de parejitas en plan discreto, ella reservo la habitación y luego fuimos a ella, era la suite Tantra, y al entrar quede impactado con lo que vi, tenia piscina climatizada privada, jacuzzi con hidromasaje, sauna, terraza con un pequeño jardín, la cama era grande y avía una mesita (creo que era el comedor) con un plato lleno de fresas, ella se dio cuenta de los sorprendido que estaba y me pregunto: ¿Creo que es la primera vez que estas en una habitación así?, yo respondí: si, aquí son muy diferentes a los de allá, a lo que ella dijo: entonces disfrutémoslo, dicho esto nos desnudamos y nos metimos a bañarnos en la regadera en (tocándonos pero haciendo el baño mas rápido) para luego saltar completamente desnudos a la piscina de la habitación, mientras nadábamos yo me le puse atrás y ambos nos arrinconamos en un extremo de la piscina, yo empecé a tocarle sus grandes senos y ella apretó sus nalgas contra mi pene, cosa que no aguante y mi pene se paraba cada ves mas, después salí de la piscina pero me quede sentado en un borde, ella aun dentro empezó a darme una buena mamada, me lo mamaba tan bien que se me escapo un comentario y dije: Dios, que bien lo hace, desde que te conozco como soñaba con ...

... este momento, ella no dijo nada, solo siguió mamándolo, a veces hasta se lo metía entero ahogándola por unos instantes. Ella también se salio de la piscina y en el suelo se recostó, yo fui a su parte baja en ese punto donde veía su hermosa vagina depilada y empecé a darle lenguetazos al clítoris mientras metía con algo de brusquedad mi dedo índice y medio, por lo cual a ella no parecía molestarle si no que le gustaba, después el que se tumba al suelo soy yo y ella me pone su vagina en toda la cara ella se agacha y empieza nuevamente a mamármelo, haciendo el tan famoso 69, nuestras respiraciones comentaron a tornarse cada vez mas agitadas, sus mamadas eran magistrales y al parecer yo también estaba haciendo un buen trabajo (si, estábamos tan cachondos que no íbamos a llegar a la cama y ni siquiera a ninguna silla plegable de la piscina). Después ella se puso en 4 en el suelo y yo empecé a follarla, hubo un momento que me dio por garrarla del cabello y jalárselo un poco mientras la follaba de manera repetida y con velocidad, sus gemidos se tornaron fuerte, le encantaba la forma en la que en ese momento la estaba dominando, sus gemidos venían acompañados con frases como “si, dame mas amor, me encanta”, “uff que rico”, “me encanta como me lo haces”. Después me recuesto nuevamente en el suelo y ella se me pone encima, mirándonos mutuamente se metió nuevamente mi pene en su linda y jugosa vagina, para seguir con aquel suculento vaivén, mientras yo le agarraba las nalgas con firmeza y ...